Claves y consecuencias de las medidas de estímulo económico en China: optimismo, pero hace falta más

China
Decian Sun (Unsplash)

En un movimiento inesperado que ha sacudido los mercados financieros globales, el gobierno chino ha lanzado un extenso programa de estímulo económico, superando las expectativas de analistas e inversores. El paquete de medidas, que incluye acciones monetarias y fiscales, tiene como objetivo revitalizar la segunda economía más grande del mundo, la cual en 2023 experimentó uno de sus crecimientos más lentos desde 1990.

Los mercados han reaccionado de manera contundente: el índice CSI 300 de China registró su mayor incremento semanal desde 2008, con un notable aumento del 157%. En Hong Kong, el índice Hang Seng también presentó un crecimiento del 13% en la semana, marcando su mejor desempeño desde 1998.

El impacto positivo se ha extendido a los mercados europeos, donde el índice Stoxx 600 alcanzó máximos históricos, mientras que en Wall Street el S&P 500 registró niveles récord. Además, el yuan offshore (CNH) se fortaleció brevemente, cotizando por debajo de 70 frente al dólar estadounidense por primera vez desde mayo de 2023.

Desglose de las medidas de estímulo

El Banco Popular de China (PBoC) ha liderado la iniciativa con un conjunto de acciones coordinadas para inyectar liquidez y fomentar el crédito en la economía. En una medida sin precedentes desde 2015, el banco central redujo simultáneamente el coeficiente de reservas obligatorias en 50 puntos básicos, situándolo en el 9,50%, y bajó la tasa de las operaciones dobles inversas a 7 días en 20 puntos básicos, colocándola en el 1,50%.

Guillaume Tresca, estratega senior de mercados emergentes de Generali AM, comenta: "Estas acciones van más allá de las expectativas iniciales en cuanto a tamaño y orientación. Confirman la voluntad de las autoridades de apoyar la economía, ya que el objetivo de crecimiento del PIB del 5% parece cada vez más amenazado".

Apoyo al sector inmobiliario y mercado de valores

Para apoyar el mercado de la vivienda, el PBoC, en coordinación con otras entidades reguladoras, ha reducido del 15% al 10% el coeficiente de pago inicial para la compra de segundas viviendas. Además, se han recortado en 50 puntos básicos los tipos de interés de las hipotecas existentes.

Una de las medidas más innovadoras ha sido la creación de una facilidad de 500.000 millones de Renminbi (RMB) que permite a las instituciones intercambiar activos de renta variable con el banco central para obtener bonos y letras del PBoC. Esta medida busca proporcionar liquidez adicional al mercado y estabilizar los precios de los activos.

Expectativas de medidas fiscales adicionales

A pesar del optimismo inicial, algunos analistas advierten que, aunque las medidas monetarias son relevantes, podrían no ser suficientes por sí solas para cambiar la tendencia económica de China. Tresca sostiene que: "Debido a la débil demanda de crédito privado, esta relajación monetaria debe complementarse con medidas fiscales que incrementen la renta disponible".

Por su parte, Ronald Temple, jefe estratega de mercados de Lazard, considera que aunque estas acciones por sí solas no resuelven los problemas económicos subyacentes del país, señalan una movilización coordinada del gobierno en múltiples frentes. Temple anticipa que podrían seguir estímulos fiscales adicionales, posiblemente en forma de bonos gubernamentales a largo plazo.

Sin embargo, enfatiza que China necesita reformas estructurales más profundas para aumentar el consumo y reducir el ahorro de los hogares. En este sentido, destaca el reciente anuncio de China de aumentar gradualmente la edad de jubilación en los próximos 15 años como un paso necesario, dado el aumento significativo de la esperanza de vida desde que se estableció la edad de jubilación actual en la década de 1950.

Desde MFS IM, Aimee Kaye, analista de Renta Fija de Mercados Emergentes, opina que hay muchos más vientos estructurales en contra que a favor del gigante asiático. "No somos constructivos con China a largo plazo", y lo atribuye a que hay numerosos retos importantes que tienen que sortear, especialmente la demanda interna y el consumo privado. Sin embargo, Ward Brown, gestor de cartera de la misma institución, considera que las potentes señales de estímulo en China favorecen a la deuda de mercados emergentes.