Desde Afi esbozan algunas ideas de cómo construir productos ASG y casos prácticos para gestionar las Principales Incidencias Adversas.
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La sostenibilidad está provocando cambios radicales en el mundo de la inversión. Por un lado, las gestoras han tenido que integrar los criterios ASG de forma trasversal en sus entidades y adecuar las gamas de producto con la nueva clasificación de productos. Y por otro, van a tener que cambiar la forma de relacionarse con el cliente para afrontar la entrada en vigor en agosto de la obligación de preguntar a los inversores por sus preferencias de sostenibilidad.
Una vorágine regulatoria en la que la industria coincide en algo: se ha idodemasiado deprisa y se deberían aclarar algunos conceptos antes de seguir avanzando y conseguir una homogeneidad a nivel Europeo. Sobre estas cuestiones versó la jornada Green MiFID/IDD: un nuevo reto para la industria de inversión, organizada por Afi.
En ella, Claudia Antuña, socia de la compañía, esbozó algunas ideas para aclarar a la industria cómo se pueden construir productos con preferencias de sostenibilidad.
Algunas ideas
Por un lado, están los catalogados como artículo 8, que son fondos que promueven características medioambientales y sociales siempre que las empresas en las que se invierte sigan prácticas de buen gobierno. Para ello, las entidades pueden diseñar el producto en base a la taxonomía, a la SFDR o teniendo en consideración la gestión de las Principales Incidencias Adversas (PIAS). Primero, diseñando una estrategia core y luego, midiendo el porcentaje de sostenibilidad en base a Taxonomía y la SFDR.
Según explica Antuña, "hoy por hoy es muy probable que la taxonomía no esté presente en todos los productos porque es algo limitada, solo se ha desarrollado para el objetivo ambiental. Mientras que la inversión sostenible conforme al marco SFDR da un marco más amplio", justifica la experta.
Fuente: Afi
Por otro, los artículo 9 se distinguen mediante la definición de un objetivo de inversión sostenible explícito aplicable al producto. Es decir, el objetivo sostenible es la razón de ser del fondo y la gestora debe demostrar qué es lo que hace para conseguirlo.
Antuña simplifica las ideas de inversión en varios grupos y aconseja guiarse por alguna de estas ideas: la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la descarbonización o temáticas ambientales o sociales.
Fuente: Afi
Ejemplos de PIAS
Otra de las cuestiones que más preocupa a la industria es la gestión de las Principales Incidencias Adversas (PIAS). Se refiere a aquellas incidencias del asesoramiento y las decisiones de inversión que tengan efectos negativos sobre los factores de sostenibilidad. Desde Afi ponen algunos ejemplos de lo que podrían considerarse como PIAS: exclusiones de las inversiones o planes de mitigación o políticas de implicación, como el proxy voting o el engagement.