Cómo ha adaptado su cartera Allianz Global Artificial Intelligence en tiempos de coronavirus

Big data
CyberHades, Flickr, Creative Commons

La inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) es una de las grandes megatendencias en las que han puesto el ojo las gestoras de fondos de inversión en los últimos años. Y no es para menos si se tiene en cuenta que, según una encuesta de Allianz Global Investors realizada a 550 responsables de tecnología en empresas con al menos 100 trabajadores, el 75% espera que sus presupuestos destinados a AI aumenten en este año 2020. De hecho, hasta el 40% de los encuestados afirma que es precisamente la crisis del COVID-19 por lo que se ha aumentado esta disposición a invertir en proyectos de tecnologías de la información en infraestructuras.

Además, es previsible que gran parte de esas empresas ni siquiera pertenezcan a un sector puramente tecnológico sino que formen parte de sectores más tradicionales que pretenden aprovechar todo el universo de tratamiento de datos que ofrece la inteligencia artificial para ganar en productividad y mejorar, por tanto, sus márgenes en un momento de recesión económica como al que se enfrenta el mundo en la actualidad. Una prueba de ese nuevo interés de las empresas hacia la AI se ve en la evolución que ha tenido la cartera de Allianz Global Artifical Intelligence desde que se creó el fondo en Luxemburgo en el año 2017 y que hoy cuenta con el Sello FundsPeople 2020 por su clasificación de Blockbuster.

“El fondo invierte en tres tipos de sectores (infraestructura AI, aplicaciones y otras industrias). Las dos primeras están dominadas por empresas tecnológicas y la tercera es por compañías de diferentes sectores que invierten en AI. Hace tres años era muy difícil encontrar compañías de estas últimas y hoy suponen un 30% del portfolio”, ha explicado James Chencogestor del fondo Allianz Global Artificial Intelligence en un encuentro digital con periodistas.  No en vano, el gestor defiende que una de las razones por las que la inteligencia artificial se ha convertido en algo mainstream en los últimos años es precisamente porque cada vez hay más compañías tradicionales y multinacionales usando este tipo de tecnología.

Esta apuesta por la AI de cada vez un mayor número de empresas (según un estudio de Pwc, la AI puede contribuir al PIB mundial en 15,7 billones de dólares en 2030), se ha traducido además en el buen comportamiento de muchas de estas compañías en los mercados bursátiles. De hecho, este fondo se anota en un año tan complicado como este 2020 una rentabilidad del 8%, tras revalorizarse más de un 30% en 2019 y ser de los pocos fondos de bolsa que acabó 2018 sin pérdidas. Su proceso de inversión responde a una gestión puramente activa ya que según explica Chen, “seleccionamos 150 o 200 compañías mirando su enfoque en impacto disruptivo ligado a criterios de growth, value y calidad para seleccionar entre 40 y 100 compañías en la cartera con un enfoque de bottom up”. Una vez hecha esa selección la ponderación depende del potencial de revalorización que presente cada una de ellas, aunque el peso máximo en la cartera nunca puede superar el 10%.

Entre los últimos cambios que ha llevado a cabo por la crisis del COVID-19 optaron en el mes de febrero por recoger parte de los beneficios que habían obtenido en empresas ligadas a las infraestructuras al tratarse de un sector más cíclico en aras de aumentar la exposición a empresas que se pudieran beneficiar de obligación generada por las medidas de confinamiento de trabajar en casa como es el caso de la aplicación Zoom. No obstante, en el mes de marzo han ido elevando en parte su exposición a empresas cíclicas aprovechando la recuperación del mercado y la previsión de que tras el batacazo de la economía puede llegar una recuperación más o menos rápida.

En cuanto al mayor riesgo al que se enfrenta una cartera de estas características, el gestor lo tiene claro. “El mayor riesgo es que el virus regrese y de más opciones de una recuperación en forma de W ya que obligaría a un confinamiento global otra vez”, afirma Chen.