Cómo invertir en un entorno económico frágil con graves peligros acechando

A pesar de algunas buenas noticias sobre la producción industrial, la economía estadounidense y los mercados emergentes, todavía se impone la cautela en la inversión. Graves peligros continúan cerniéndose sobre la economía mundial. Así al menos lo cree Léon Cornelissen, economista jefe en Robeco, quien considera que la lista de amenazas es larga: Estados Unidos y Japón se enfrentan a sendos precipicios fiscales; Europa se hunde en la recesión sus políticos no están avanzando demasiado en crear la plena unión bancaria, política y fiscal. “Además, la crisis de deuda no se ha volatilizado”. A todo esto añade la preocupación que generan las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y este de China.

Sin embargo, también ha habido espacio para las noticias positivas. En este sentido, algunos puntos brillantes han surgido en lo que continúa siendo un periodo decididamente complicado para la economía mundial. Cornelissen destaca el alza en los gestores de compras estadounidenses como un indicador clave. “La corrección de la producción industrial mundial parece haber quedado atrás”, afirma. También ha habido otros acontecimientos positivos en Estados Unidos. “El mercado laboral está mejorando, y también el inmobiliario. Para los próximos meses, esperamos un crecimiento positivo –aunque muy moderado– en Estados Unidos”, afirma el economista jefe de Robeco.

En su opinión, los últimos acontecimientos en los mercados emergentes también han sido bastante esperanzadores: el Gobierno indio finalmente ha pasado a la acción para la reforma económica; la economía brasileña se está acelerando; y se espera un mayor estímulo en China, cuando el recién nombrado Politburó asuma sus funciones. Pero…¿cómo se traduce este panorama macroeconómico –caracterizado por una economía mundial bastante frágil y por los bancos centrales cambiando de marcha en sus intervenciones– en las posiciones de asignación de activos?

Estrategia en renta variable

El equipo Análisis de Mercados Financieros mantiene una posición neutral en bolsa. “Las acciones han continuado relativamente robustas. La fuerza motriz para la aceptable rentabilidad ha sido la creciente convicción de que los bancos centrales continuarán actuando de manera agresiva”, observa Cornelissen. Aun así, la atención de los inversores podría girar hacia las peores previsiones de beneficios. “Los datos de beneficios del tercer trimestre arrojarán más luz sobre la sostenibilidad de los márgenes de beneficios, en récord de máximos”, asegura. “Dada esta incertidumbre, preferimos mantenernos neutrales en renta variable”.

La región favorita de la firma es Estados Unidos, si bien reconocen que el atractivo de Europa está mejorando. ¿Por qué? “En Estados Unidos, no es probable que la bolsa se vea muy afectada por el resultado de las elecciones presidenciales: ningún candidato tiene planes convincentes para los problemas presupuestarios del país a largo plazo. Además, ninguno de ellos se arriesgará a socavar la débil recuperación”. Mientras tanto, en Europa las acciones son vulnerables al frágil panorama macroeconómico. “La austeridad afectará negativamente al crecimiento, y la debilidad económica supone el riesgo de que el euro vuelva a estar bajo presión”, afirma Cornelissen.

En lo que respecta a la renta variable emergente, el experto considera que decepciona. “La rentabilidad ha sido decepcionante, y las revisiones de beneficios han sido débiles. Aun así, el panorama no es totalmente inhóspito. Después de todo, se espera un fortalecimiento moderado de la economía china, gracias al gasto gubernamental, lo que es positivo para los mercados emergentes”. Asimismo, Cornelissen no espera cambios en la baja rentabilidad de la región del Pacífico. “Contamos con que esa tendencia continúe”.

Estrategia en renta fija

La firma muestra su preferencia por los bonos corporativos con grado de inversión, frente a la opinión negativa que tiene sobre los bonos del Estado. Cornelissen espera que la deuda pública quede a la zaga de los créditos de grado de inversión y de la alta rentabilidad, que continúan beneficiándose de una recuperación en comparación con los títulos soberanos. “Además, todavía queda margen para que continúen bajando los diferenciales sobre los créditos de grado de inversión. Los fundamentales corporativos son sólidos, mientras que las empresas continúan siendo conservadoras y mantienen elevados balances de efectivo”, indica.

El equipo prefiere los créditos de grado de inversión a los bonos de alta rentabilidad, debido a su superior perfil riesgo/beneficio, si bien prefiere el high yield a los bonos del Estado. Del mismo modo, las perspectivas para la deuda emergente son mejores que para la deuda pública. “El descenso del crecimiento económico durante este año y un crecimiento moderado en 2013 deberían resultar en el control de la inflación. Además, los déficits fiscales y la proporción del endeudamiento-PIB de los emergentes son bajos. “Y las rentabilidades de los bonos del Estado en moneda local, del 5,8%, son atractivas en comparación con las de la deuda pública de los mercados desarrollados”, señala.