Cooperación

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

La verdad es que los mercados han sido lo de menos esta semana. Con las imágenes que llegan de Venezuela y Ucrania, resulta difícil ponerse a pensar en estancamientos económicos, márgenes en las capacidades de utilización o en las palabras de Janet (Yellen). No tenemos grandes ideas al respecto, ni reflexiones definitivas, sólo la tristeza profunda por los efectos de las causas. Son casos distintos, la historia de Ucrania se parece más a un nuevo capítulo en el eterno ajuste del equilibrio de poderes entre distintas potencias del mundo, pero da mucha pena ver que ambos países, ricos por su subsuelo, no puedan encontrar una forma más próspera de salir adelante, consideraciones sobre la perniciosa “dutch disease” aparte. Es duro no saber cómo ser rico. Y es fatal que te hable un pajarito y tú te conviertas en un pajarraco.

No es una buena temporada para los emergentes, a los que los redactores de algunos medios anglosajones ya denominan “submerging markets”. Debe ser una lata ser tan ingenioso y estar todo el rato poniendo nombres. Sus familias seguro que los rehúyen, y temen a los acrónimos más que a la próxima ciclogénesis que pueda anegar Devonshire. Las opiniones de las gestoras de fondos no son unánimes. Para unos es una gran oportunidad (generalmente para los que estaban más invertidos), para otros hay que esperar todavía una buena temporada. Para nosotras hay una tercera opción, que los compre Facebook y haga una cosa global de la que no escape nadie, rollo algoritmo con pretensiones de totalidad. Es sólo una idea. Además, después de que tras la segunda oleada de ventas el mercado haya fijado discriminaciones entre emergentes, la labor de consultoría estaría rodada.

Y en medio de todo esto, ¿qué pasa con China? Pues la cosa está calentita. Más allá de los gestos militares intimidatorios, el foco de inestabilidad se mantiene en su sistema financiero, el corte en el suministro del crédito a la “shadow banking”, y el impacto negativo sobre su economía y la global. Vaya novedad, dirán ustedes, si de esto se lleva hablando mucho tiempo. Lo sabemos, lo sabemos. La novedad es que este riesgo ha pasado a una segunda fase, la que va de los grandes números susceptibles de titulares (como que la deuda garantizada por el Estado se ha doblado en los últimos cinco años, llegando al 52% en 2012), a los hechos, como que en lo que va de año dos instrumentos financieros ya han tenido que ser reestructurados. Y aquí viene la parte negativa de haber vivido alguna crisis y tener imaginación, que relacionas cosas como LTCM y dominó. Por supuesto, la reestructuración se saldó con éxito, es lo que tiene el gobierno comunista chino, que respondió inyectando más crédito al sistema financiero. Algo que a su vez es muy del capitalismo del oeste. Pero nosotros no nos metemos en eso porque ahora lo que importa es que China evite su colapso y siga adelante con su aterrizaje suave. Las bolsas es por lo que apuestan.

Por si acaso, muchos inversores ya llevan tiempo monitorizando la evolución del precio de las materias primas.

Y otra vez nos vuelve a pasar que la exposición de nuestras ideas es más extensa que el espacio que nos dejan para este blog. Lástima no podamos hablarles de temas como el ascenso político de Matteo Renzi y su ajetreada agenda reformista: ¡una reforma al día!. Va a ser el periférico favorito de Lagarde. La semana que viene más.

Les dejamos con un pájaro que da buen rollo: Big Bird. ¡Escúchenle señores Maduro y Yanukovich!

Buena semana