¿Cuál es la mejor manera de instigar cambios ASG en las empresas?

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Firma: Markus Spiske (Unsplash).

El diálogo impulsado por los inversores es el vector de cambio más importante en las prácticas de gobierno corporativo, mientras que la regulación es ligeramente más eficaz en lo que respecta a las prácticas medioambientales y sociales. Así lo pone de manifiesto la encuesta ESG a Analistas 2021 de Fidelity International, que muestra que los cambios en el gobierno corporativo generalmente son más rápidos de poner en marcha y fáciles de supervisar que los factores medioambientales y sociales.

“La velocidad es importante, porque el plazo en el que los accionistas y bonistas invierten en una empresa podría ser más corto que el plazo necesario para realizar cambios medioambientales y sociales. Por ejemplo, separar las funciones del consejero delegado y el presidente es más fácil de realizar y medir que cambiar la tecnología empleada en las labores de fabricación”, explican desde la entidad.

Así lo resume un analista de consumo discrecional que cubre Norteamérica. “No es que el diálogo sea ineficaz en sí mismo en los aspectos medioambientales y sociales, pero sí tarda más tiempo en llevarse a la práctica, admite más matices, resulta más difícil de medir y el resultado final se demora más. El diálogo sigue siendo importante, pero también lo es respaldar vías de mejora más reguladas”.

El papel del diálogo

No obstante, el diálogo impulsado por los inversores, ya sea colaborativo o individual, tiene un papel importante que desempeñar a la hora de impulsar cambios medioambientales y sociales. Además, la regulación y el diálogo están cada vez más entremezclados, ya que el cumplimiento de la normativa por parte de una empresa suele ser la vara de medir que utilizan los inversores para evaluar los factores medioambientales y, en menor medida, sociales.

Un analista que cubre los fabricantes automovilísticos europeos expuso lo siguiente. “Debido al enorme coste de desarrollar vehículos eléctricos, los fabricantes de coches necesitan desesperadamente convencer a los inversores de sus estrategias de cumplimiento para poder acceder al capital a menor coste. Del mismo modo, el riesgo para la percepción de marca de un fabricante de coches que sistemáticamente incumple la normativa es otra forma que tienen estas fuentes de influencia de trabajar en paralelo. Así, aunque la regulación podría ser el factor dominante, en mi experiencia trabaja en paralelo a la presión de los inversores y los consumidores”.