El S&P 500 sólo ha estado más caro un 15% de las veces. Sin embargo, la Administración Trump podría garantizar más potencial alcista si implementa nuevas reformas.
Probablemente 2016 termine con un saldo positivo para los parqués americanos... lo que supondría el séptimo año de vida del actual ciclo alcista. ¿Cuánto más puede durar el envite de los “toros”? La previsión de Goldman Sachs es que el S&P 500 alcance la cota de los 2.400 puntos en el primer trimestre, pero que después retroceda hasta 2.300 para finales de 2017. Desde la firma advierten que el índice presenta unas valoraciones muy elevadas: sólo ha estado más caro un 15% de las veces.
En 2017 podrían verse revisiones positivas sobre el beneficio por acción (BPA) si se recorta el impuesto de sociedades, se permite la repatriación de efectivo y se relaja la regulación actual, junto a otros estímulos fiscales. Los cálculos de los analistas incluyen una subida del 10% sobre el BPA operativo, hasta 116 dólares y una subida del 5% del BPA ajustado, hasta 123 dólares. La repatriación de efectivo impulsaría la recompra de acciones hasta el 30%. Éstos advierten de los riesgos inherentes al impacto que genere la reforma fiscal sobre el déficit presupuestario, los tipos al alza de los bonos y un ciclo de endurecimiento monetario más agresivo por parte de la Fed para contener la inflación al alza.
Una alternativa eficiente para tomar exposición al S&P 500 sería el GS US Core, que tiene como objetivo batir al índice con un tracking error inferior al 3%. Este fondo de Goldman Sachs AM está calificado con los sellos Blockbuster y Consistentes. Es un fondo neutral por estilo, con una asignación sectorial similar a la del índice. El alfa se obtiene por la combinación de muchas apuestas pequeñas dentro de cada sector, según las convicciones del equipo a partir del análisis fundamental. Éste favorece a aquellas empresas con márgenes de beneficio sostenibles y que empleen su capital para aportar valor al accionista.
Este proceso se complementa con el análisis de sentimiento y momento y la aplicación de un novedoso procesamiento de datos basado en la tecnología Big Data, que permite al equipo de gestión cuantitativa procesar diariamente 40.000 artículos en distintos idiomas. Gracias a este proceso, el fondo presenta una gran flexibilidad, que le permite adaptarse rápidamente a cambios de tendencia en los mercados.
Para el 2017, el gestor del GS US CORE opina que “los valores del índice más baratos deberían de comportarse mejor que los valores con cotizaciones elevadas, y que las compañías apoyadas por el momento seguirán apreciándose”.
¿El retorno del value?
A lo largo de 2016 se ha especulado con el regreso definitivo del sesgo value, frente a años en los que ha prevalecido el growth. Ángel Agudo, gestor del Fidelity America (también calificado como Blockbuster y Consistentes), aporta tres ideas por sectores.
En primer lugar, el gestor de Fidelity afirma que las valoraciones que presentan los bancos estadounidenses “son adecuadas, con los mejores balances en décadas”. Con un matiz: “No estoy tan sobreponderado como me gustaría, pues el ciclo está muy avanzado, la calidad crediticia es óptima (así que solo puede ir a peor) y la regulación todavía es muy alta”.
El segundo sector en el que se está fijando es el de infraestructuras: “Su inversión como porcentaje del PIB está en mínimos de 60 años y, del mismo modo que el consumo discrecional descontaba en parte el repunte del empleo, algunas o muchas de las empresas de materiales de construcción ya descuentan en parte esta recuperación”.
El sector de defensa está en una situación similar: “Su gasto se encuentra en un nivel históricamente muy bajo como porcentaje del PIB, y no sólo desde una óptica a largo plazo, sino cíclicamente hablando, después de los fuertes recortes que sufrió tras la crisis financiera mundial”. Teniendo en cuenta la expectativa de que se incrementen ligeramente los presupuestos para el Departamento de Defensa de EE.UU., el gestor optó por efectuar una rotación: “Cambié las empresas de defensa con evoluciones cíclicas largas, donde llevaba entre cuatro y cinco años y donde las valoraciones reflejaban ya esta situación, por empresas con evoluciones a más corto plazo”.
Otra opción para ganar exposición a valores americanos con sesgo value es vía small caps. “En cinco de los últimos seis años, las small caps con sesgo growth lo ha hecho mejor que las value, pero en 2015 esta diferencia se fue dos desviaciones standard por encima de su media. Por ello, creemos que debería revertir a la media, lo que favorecería invertir en small caps con sesgo value, algo que ya estamos viendo desde principios de año”, explican desde Legg Mason Global AM.
En la firma explican que, históricamente, la expectativa de retornos inferiores para las acciones en general suele ir pareja a mayores retornos para small caps enfocados en factores de valoración. Según los expertos de su filial Royce & Associates, “se puede repetir el comportamiento que ya se vio en marzo del 2000, y asistir a un periodo de 5 años de comportamiento superior del value frente a growth, aunque en esta ocasión no por ningún pinchazo de burbuja tecnológica, sino por el pinchazo de las compañías no rentables que han sobrevivido gracias a la política monetaria de la Fed”.
Finalmente, en Royce prevén un mayor crecimiento de los beneficios “tanto respecto a 2015, como respecto al universo de grandes compañías”, así como “una mayor dispersión entre las compañías más y menos rentables y las más y menos apalancadas”. Su propuesta para ganar exposición es el Legg Mason Royce US Small Cap Opportunity.
La opción de Neuberger Berman se centra en el sesgo calidad. El Neuberger Berman US Small Cap Fund busca empresas con modelos de negocio diferenciados que generen consistentemente flujos de caja, tengan niveles sanos de rentabilidad y gestionen sus balances de forma conservadora.
El equipo gestor prevé un entorno más propicio para el crecimiento en EE.UU. en 2017 que beneficiaría a una serie de sectores. En el apartado de infraestructuras, más allá de las ideas obvias de constructoras y compañías de materiales básicos, también han invertido en fabricantes de maquinaria y rodamientos, ingenieras, proveedores de equipamiento eléctrico, conglomerados industriales, marina, distribuidores industriales y algunas compañías de servicios comerciales.
Gracias al sesgo de calidad, el fondo presenta protección frente a las subidas de tipos de interés, que dañarían a las empresas que estén más apalancadas, y sus compañías seleccionadas podrían beneficiarse de la repatriación de efectivo.