De la soledad y el retiro

Acaban de pasar las elecciones para una serie de gobernadores y alcaldes en EE.UU., donde un aspecto muy importante de la contienda electoral fue la inclusión en agenda de debate dos temas que se hacen recurrentes en el primer mundo, a saber: el primero de ellos es la necesidad de eliminar los planes de retiro de beneficios definidos para los empleados públicos y el segundo es el incremento de los impuestos pagados por el segmento más rico de la población, conocido coloquialmente este grupo como el 1%.

La implantación de planes de contribuciones definidas le garantiza a los contribuyentes, el que sus gobernantes no les comprometan por encima de la capacidad de pago del ente regional al no dejar abierta una promesa de cobertura de costo desconocido. Mientras que bajo el sistema actual los déficits que son consecuencia de incumplimiento de los aportes patronales y el bajo rendimiento de los mercados financieros, se transforman en impuestos adicionales o en la reducción del nivel de servicios públicos, o en ambos.

En cuanto al aumento del impuesto, se comienza hablar sobre la implantación de impuestos sobre la propiedad que son mucho más efectivo de recaudar, que impuestos estatales o locales sobre las rentas, a los cuales se les puede dar la vuelta con planificación fiscal. Como el lector fácilmente puede concluir las incorporaciones de estos puntos en agenda, reflejan la preocupación de los distintos grupos de interés sobre la capacidad del modelo económico imperante en EE.UU. y la Eurozona de generar empleo y crecimiento.