Descubriendo el Artisan Global Opportunity y el Global Discovery

Artisan - James Hamel - Jason White - Global Opportunity Discovery
James Hamel, gestor del Artisan Global Opportunity, y Jason White, gestor del Global Discovery.

Para James Hamel, los últimos 25 años de su vida profesional se podrían resumir en una simple filosofía: los movimientos de las acciones siguen el de los beneficios. “Constantemente estamos buscando negocios en crecimiento que se encuentren en las fases tempranas de su propio ciclo de negocio”, explica el responsable del equipo de Growth de Artisan Partners. Hamel define a su equipo de 20 profesionales como “cazadores de ciclos de ganancias”.

Es un estilo de inversión que desarrolla a través de dos estrategias de esta boutique estadounidense, el Artisan Global Opportunity y el Global Discovery. Los dos cuentan con el Sello FundsPeople 2021 por su calificación de Consistente.Se diferencian principalmente en el universo de inversión. El Global Discovery podría definirse como las mejores ideas del Global Opportunity en compañías de mediana capitalización. Su capitalización media está en los 25.000 millones de euros. “Se trata de redoblar esa apuesta por encontrar empresas en un punto muy temprano de su potencial”, explica Jason White, gestor del Global Discovery.

Cómo cazar esos ciclos de ganancias: el ejemplo de Zoom

Para lograrlo, el equipo analiza cambios que tengan impacto a lo largo de varios años. Cambios seculares, cambios en la regulación, cambios de liderazgo. Son catalizadores que podrían detonar esos ciclos de ganancias donde ellos buscan ser inversores tempranos.

Además, solo buscan compañías con una ventaja competitiva. “Nada erosiona más el poder de producción de caja de un negocio que las fuerzas de la competencia”, sentencia White. Otro componente clave es que se centran en franquicias. En negocio con durabilidad.

Y por último, el precio juega un papel importante. Solo invierten en compañías donde entienden la valoración subyacente. Además, deben presentar un potencial de revalorización.

Esto generalmente les deriva a sectores donde hay cambios dinámicos. Zonas como la tecnología, consumo discrecional, salud, tecnología industrial. Si el motor del precio de una compañía es una materia prima, no es lo que buscan.

¿Y cómo se encuentran esas ideas no solo potentes sino en una fase temprana de su despegue? Para el equipo de Artisan, el secreto está en el equipo de analistas y gestores. Muchos, con un bagaje profesional en la industria en la que están especializados. Es lo que les da esa ventaja competitiva, afirman.

Y un buen ejemplo de esa posición ventajosa lo vemos en su posición en Zoom. Los fondos invirtieron en Zoom en 2019. Cuando pocos habían incluso oído hablar de la plataforma que se ha convertido en una elemento cotidiano de la vida actual. Hace dos años detectaron el potencial de Zoom para democratizar las conferencias de negocios. Era una propuesta disruptiva, cuentan los gestores, porque sus precios permitían ahorrar importantes costes a las empresas. “No fue más que un golpe de suerte. El ejercicio de nuestro proceso. La pandemia adelantó años de progreso”, explican los gestores. “Y solo fuimos capaces de verlo antes de tiempo gracias a nuestro analista”.  

Escenario para el growth

Ciertamente los últimos años han sido un periodo dulce para los inversores en bolsa. Principalmente aquellos sesgados al growth como es su caso. Es un estilo que se ha beneficiado de los cambios en los modelos de negocio y las transformaciones de los sectores a nivel global. Y más recientemente, son sectores que con la pandemia solo han visto acelerar las tendencias seculares que les impulsaba.

¿Y si miramos hacia el futuro? Hamel no duda en afirmar que estamos en una fase de recuperación. El PIB va a acelerar de un punto de partida muy deprimido. Esto probablemente amplificará la inflación. Y por último, desencadenar la normalización de los tipos de interés. Y con ello, veremos una recuperación en sectores muy tocados por la pandemia. Una reversión que ya despertó en el último trimestre de 2020.

Y Hamel pide no perder de vista la enorme cantidad de apoyo fiscal que está aún por llegar. Lo expone con cifras. Estados Unidos ha perdido 330.000 millones de dólares en salarios destruidos. Un impacto que se ha contratacado con un plan de estímulo por valor de 1,2 billones. Cheques que han ido directamente a la economía.

Estamos en una crisis muy distinta a las vividas con anterioridad. “Las expectativas de retornos para las bolsas deberían reducirse teniendo en cuenta las valoraciones actuales. Pero también pensamos que hay una enorme oportunidad para los próximos años”, defiende Hamel.