Día de la Tierra: ¿qué pueden hacer los gestores de fondos para que el dinero de sus clientes sea respetuoso con el medio ambiente?

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Hay varias formas en las que los inversores profesionales se pueden asegurar de que el dinero de sus clientes tenga un impacto positivo y directo en el medio ambiente. Esto abarca desde conversaciones con los directivos de las empresas que cotizan en bolsa (inversiones en renta variable) hasta asegurarse de que los países que emiten deuda pública tengan una huella verde positiva y estén aumentando el uso de energías renovables (inversiones en renta fija). En el Día de la Tierra, las distintas filiales de Legg Mason Global AM han elaborado un informe en el que identifican qué medidas pueden adoptar los inversores profesionales para que el dinero de sus clientes sea respetuoso con el medio ambiente.

1. Deuda pública

“En el futuro, los factores ESG se convertirán en un elemento diferenciador de mayor calado de los títulos de deuda pública”, explica Patrick Bradley, vicepresidente sénior de análisis de inversión en Brandywine Global. “A la hora de llevar a cabo nuestros análisis, examinamos situaciones políticas como, por ejemplo, el conflicto con la guerrilla en Colombia que, más allá de las evidentes repercusiones en el plano social y de gobernanza, podría agravar la deforestación o fomentar la tala ilegal. Como es lógico, nuestros análisis de inversión tienen en cuenta estos riesgos potenciales. A la hora de seleccionar títulos de deuda pública, los inversores deberían sopesar qué países están tomando medidas para dejar atrás actividades que plantean una amenaza para el medio ambiente, como el uso de energía nuclear, y posteriormente ponderar el posible efecto de estos cambios”.

2. Inmuebles terciarios

“A la hora de analizar el segmento inmobiliario terciario, es importante que los inversores se fijen en la huella de carbono y determinen en qué medida utilizan energía verde en el marco de sus proyectos”, comenta Craig Tagen, responsable de gestión de activos en Clarion Partners.

3. Renta variable de EE.UU.

“Para los inversores a largo plazo, lograr repercusiones positivas mediante una participación activa en el capital de las empresas debería constituir una prioridad a la hora de adoptar todas las decisiones de inversión. Los negocios pueden realizar una contribución positiva a la sociedad y los inversores tienen la capacidad de analizar y amplificar esa impronta, —afirma Mary Jane McQuillen, responsable del área de ESG y gestora de carteras en ClearBridge—. Al invertir en una cartera gestionada de forma activa y que incluye valores basados en sólidas convicciones con un enfoque ESG totalmente integrado, los inversores tienen la oportunidad de beneficiarse de las empresas que destacan en términos de factores sostenibles, como los relacionados con las emisiones de carbono y el consumo de agua”.

4. Renta variable global

“No cabe duda de que la mentalidad de considerar la sostenibilidad y los criterios ESG como asuntos secundarios tiene fecha de caducidad. La pregunta para los inversores no es ya “¿por qué?”, sino “¿qué?” y “¿cómo?”. Ahí es donde seguiremos centrando nuestros esfuerzos”, destaca David Sheasby, responsable de protección de inversiones y criterios ESG en Martin Currie. El experto ilustra esta idea con el siguiente ejemplo: “somos accionistas de una empresa estadounidense de petróleo y gas. Un accionista presentó ante el Consejo una propuesta para que la empresa publicase un informe que destacase las políticas de la firma en materia medioambiental. Apoyamos incondicionalmente la propuesta y nos reunimos directamente con el equipo directivo para explicarles por qué esta cuestión constituye un asunto de vital importancia para los accionistas”.

5. Bonos verdes

A la hora de hablar de renta fija, los inversores también pueden recurrir a la faceta verde de la inversión. Los factores ESG repercuten en la calidad crediticia de los emisores de bonos y, por tanto, afectan a la rentabilidad de las carteras de renta fija. “Hemos observado que hay una gran predisposición por involucrar a los emisores y a las autoridades en cuestiones relevantes, especialmente en lo que se refiere a la conservación del medio ambiente”, subraya Bonnie Wongtrakool, responsable global de inversiones ESG para Western Asset.

En Western Asset consideran que la emisión de bonos verdes en mercados emergentes puede contribuir a establecer una relación más directa entre los factores medioambientales y el coste del capital de un país. “Si bien este mercado se encuentra todavía en una fase embrionaria, su crecimiento contribuirá a generar incentivos para que los gobiernos desarrollen sus infraestructuras energéticas, sus sistemas agrícolas y sus recursos hídricos de forma sostenible”, concluye.