Dispersión de los retornos de las AFP: Un 30% mayor en Colombia que en Chile con renta variable, al revés con renta fija

¿Hay falta de competencia en las AFP? Ha sido una crítica muy recurrente en los últimos años por parte de los detractores del sistema de capitalización o de los reformistas en Perú y en Chile, críticas avivadas durante el periodo electoral a través del que Bachelet volvió al Palacio de la Moneda en Santiago. Uno de los argumentos que se utilizan para justificar la falta de competencia es el comportamiento manada que se produce en las inversiones de las administradoras y los resultados casi iguales que obtienen. Sin embargo, profesionales del sector y expertos en la materia justifican este comportamiento por la normativa y por los torrentes de información mensuales que comparan a todas las AFP, y que provoca que ninguna pueda ni quiera descolgarse. Así, con las categorías de fondos de pensiones con mayor exposición a renta variable se observa una varianza de las rentabilidades claramente mayor en Colombia que en Chile. Sin embargo, esto se voltea cuando la renta fija cobra más protagonismo.

En Chile y Perú, si las administradoras se desvían en exceso del promedio de rendimientos que obtienen las propias entidades, tienen que poner con fondos propios la pérdida del ahorrador. “Hay un error al juzgar la competencia. El sistema ha inducido a un comportamiento de similares rentabilidades y la competencia se da en gasto de marketing. Una AFP no puede moverse de la media de la rentabilidad más de 200 puntos básicos en el fondo 1, 300 p.b. en el fondo 2 y 400 p.b. en el fondo 3. Todas las AFP evitan desviarse de la media para no tener que poner de su dinero para corregir la desviación”, explicaba en entrevista con Funds People Latam para el caso peruano el presidente ejecutivo de la Asociación de AFP, Luis Valdivieso. Otro motivo lo aporta Carmelo Mesa-Lago, catedrático de la Universidad de Pittsburgh y miembro de la comisión para el estudio de la reforma de pensiones en Chile: “La ampliación del período de tiempo para medir la tasa de retorno promedio del sistema podría ayudar, así como una mejor educación de los asegurados para poder apreciar el impacto de la inversión en su cuenta individual y pensión futura”.

En Colombia la normativa es mucho más laxa en este sentido. De hecho, sirve como ejemplo nítido de ello el hecho de que entre agosto de 2011 y diciembre de 2013 los multifondos más riesgosos obtuvieron rentabilidades que oscilaron entre el 6,29% y el 9,14%, mientras que la rentabilidad mínima estimada a criterio de la regulación local por parte de la Superintendencia se situó en ese periodo en el 2,29%, antes de que se publique en agosto de 2014 la nueva revisión.

Así, comparando los resultados de Chile y Colombia, la diferencia en la dispersión entre rentabilidades es notable, utilizando para la estimación los resultados de los multifondos más riesgosos. Hay que tener en cuenta que debido a la información que proporcionan las supervisoras de ambos países, los periodos para el estudio son diferentes. En Chile se ha utilizado la rentabilidad total conseguida entre enero de 2011 y diciembre de 2013, tres años. Sin embargo, en Colombia el periodo utilizado va desde agosto de 2011 hasta diciembre de 2013, siete meses menos y por lo tanto, menos tiempo para que aumente la dispersión de los resultados que consiguen las AFP. Sin embargo, ocurre todo lo contrario.

La horquilla de retornos en 29 meses en Colombia va desde un 6,29% hasta un 9,14%, es decir, 2,85 puntos, con un promedio del 7,61%. Mientras que en Chile, en 36 meses, la oscilación está entre un 8,95% y un 11,48%, con lo que ahora hablamos de 2,53 puntos y una media aritmética simple del 10,37%.

Si se calcula la dispersión de retornos en ambos países con la varianza de las rentabilidades, la diferencia es del 33%. En Chile la varianza es un 1,0304, mientras que en Colombia es de un 1,3871.

Todo lo contrario en renta fija

Las cosas cambian radicalmente cuando se estima la medida estadística de dispersión para el resto de multifondos. En Colombia, las diferencias entre los resultados que obtienen las cinco AFP casi desaparecen en la cartera moderada, con una varianza de 0,078, y más aún en la conservadora, con una varianza de 0,0541.

Cuanto menor es la exposición a renta fija, la balanza se inclina más hacia Chile, en lo que dispersión de los resultados obtenidos por las inversiones se refiere. Así, el multifondo B, el segundo más riesgoso, es el que ofrece una mayor varianza de todos los casos analizados, con 1,6127. Las AFP en este caso no sólo se pueden diferenciar en los instrumentos que componen la cartera, sino antes de esta selección, en la proporción de renta variable frente a deuda. Las categorías C y D tienen una varianza similar, de 0,7512 y 0,7595 respectivamente. Mientras que en el multifondo más riesgoso la varianza es de menos de la mitad que en el anterior caso, con 0,3449.

Los resultados son llamativos. La diferencia en los fondos de pensiones con más riesgo se explica por la normativa y la publicación mensual de carteras y rentabilidades. Sin embargo, todo cambia radicalmente con el resto de multifondos. Aunque hay que matizar que la inversión en renta fija por parte de las AFP chilenas está también muy diversificada, con instrumentos locales de deuda pública y deuda corporativa a diferentes plazos, en un mercado muy desarrollado, y con inversión en renta fija extranjera a través de fondos mutuos o ETF. Además, las rentabilidades obtenidas en 36 meses hasta diciembre de 2013 son mucho mayores en Chile que en los 29 meses analizados de Colombia. No obstante, salvo en el caso del multifondo B, en el resto la varianza es menor que en los fondos de pensiones más riesgosos. En Colombia pasa lo mismo, pero con una caída radical de la dispersión que lleva a que los resultados sean casi calcados en los multifondos moderados y conservadores.