¿Dónde están las oportunidades de inversión en el sector tecnológico?

Un trienio después de que la pandemia pusiera de manifiesto la importancia de la digitalización para la sostenibilidad de buena parte de las actividades económicas, las tres tecnologías disruptivas que más oportunidades ofrecen a largo plazo para Álvaro de la Rosa, selector de Fondos de Abante Asesores, son: inteligencia artificial, cloud y ciberseguridad.

“En el sector tecnológico continuamente vemos innovación y en los últimos meses de lo que más se habla es de inteligencia artificial, otra cosa es que las soluciones ya sean palpables y veamos que las compañías sean capaces de sacar beneficios de la misma”, pero “es un claro favorecedor en el largo plazo y cada vez más semiconductores se convierten en el engranaje que da pie a que la IA siga creciendo y vaya dando más innovación, productividad y crecimiento tanto a las compañías como a las economías”, afirma.

En torno a la inteligencia artificial, De la Rosa vincula cloud, donde los softwares de IA analizan los datos, y la ciberseguridad, para protegerlos. “Está claro que, en el largo plazo, cada vez estamos viendo más ciberataques y esto provoca que las grandes corporaciones tengan que aumentar sus presupuestos en seguridad, también porque hay más datos en la nube”.

Reconoce, no obstante, “que son compañías que aún están en etapa de crecimiento y que buscan más ganar cuota de mercado que la salud de los balances, lo que requiere de mucha inversión para posicionarse como líderes de sus industrias”, ello demanda financiación, la cual se ve afectada por las subidas de tipos de interés.

Coincide en poner el foco en la inteligencia artificial el analista sénior de Fondos de Inversis Gestión, Alejandro Allona, pero abordándola con una estrategia distinta. Para explicarla, pone de relieve el impacto revolucionario que está causando Chat GPT. “No conozco a nadie que no se haya quedado sorprendido al utilizarlo, pero lo más sorprendente no es tanto el uso sino la evolución que ha tenido en sólo 6 meses. ¿Cuánto de esto está descontado en los precios de NVIDIA (en ese periodo el valor de las acciones se ha duplicado)? Es difícil saberlo”.

La reflexión que se esconde detrás de este ejemplo es que, en ocasiones, las tendencias que marcan las diferentes innovaciones tecnológicas son temporales. Impactan en el momento y van perdiendo fuerza. En este punto, Allona se pregunta cuáles son los ganadores de la inteligencia artificial. Reconoce que la respuesta es difícil y como inversor considera que es más fácil hacer la pregunta al revés: qué compañías evitar. “Igual que ha ocurrido con otras innovaciones en el pasado, lo normal es que sea más fácil identificar las industrias que quedarán obsoletas o dañadas, que seleccionar a los ganadores. Por ejemplo, a principios del siglo XX era difícil saber cuál de los cientos de fabricantes de coches triunfaría, pero estaba claro que todo lo relacionado con los caballos iba a sufrir”.

Profundizando en otros subsegmentos beneficiados por la inteligencia artificial, además de los semiconductores, Mikko Ripatti, responsable para Iberia de DNB Asset Management, señala la computación y las redes de telecomunicación, como el 5G. “Hasta hoy, para las operadoras no ha aumentado mucho el negocio con las redes 5G”, reconoce, pero “ya estamos hablando de las siguientes versiones, la 6 y 7. No obstante, con independencia de cada, lo que sí es destacable es el aumento de la capacidad en la velocidad de las redes móviles que va a favorecer la creación de nuevos modelos de negocio y la mejora de otros ya existentes, como en el e-commerce y sector financiero (medios de pago)", concreta.

“La tecnología aumenta la productividad y favorece la innovación e, independiente del sector, estos continuarán siendo objetivos de las empresas”, lo que impulsará la ciberseguridad para asegurar la protección de los datos. “En todo caso, la tecnología es un sector central que, a la postre, afecta a todas las industrias”, concluye Ripatti.

Por su parte, María Jesús Martínez Pardell, gestora sénior del equipo Equity Global de CaixaBank AM, además de las oportunidades que ofrecen a medio y largo plazo los semiconductores, “con una demanda bastante sostenible” y la inteligencia artificial para aplicaciones software y seguridad aporta un tercer segmento vinculado, además, a los chips: la electrificación de los vehículos.

Los fabricantes de automoción “están intentando implementar que sus coches sean punteros en cuanto a domótica e interconectividad con los usuarios para ofrecer un plus adicional a los vehículos tradicionales, sobre todo, antes de hacer un cambio masivo al coche eléctrico”, al que todavía le queda adaptarse en precios, reconoce, destacando a compañías como Infineon y Texas Instrument.

Comenta que el mercado, en tendencias estructurales como la anterior, “tiene que pagar una prima con respecto a la cotización media del mercado y valorar las posibilidades de que pueda tener mayor expansión de múltiplo por crecimiento”. El año pasado, el sector de semiconductores estuvo muy penalizado por la subida de tipos de interés, “pero si miramos al core de la inversión, vemos que, al final, los resultados están siendo más sólidos, con capacidad de crecimiento adicional y mantenimiento de los márgenes”.

A nivel de tendencias a largo plazo, David Sánchez, responsable de Fondos de Fondos de Santalucía AM, además de destacar también la movilidad autónoma, aunque recordando sus limitaciones y problemas regulatorios, asegura que a largo plazo tiene también muchísimo que ofrecernos, destaca también la robotización y la automatización de procesos industriales “que son fundamentales para la mejora de los márgenes empresariales”.

En este sector tan heterogéneo, y pensando en un horizonte temporal amplio, la gestora de Santalucía busca compañías con características comunes, tanto en el sector tecnológico como en otros sectores: empresas dominantes en sus respectivas industrias, que operan en monopolios u oligopolios, con ventajas competitivas muy claras, que puedan mantener ROCEs muy elevados y una gran generación de flujos de caja libre. Cita, por ejemplo, a Microsoft y SAP, en la parte de software; ASML y Taiwan Semiconductor (TSCM), en manufactura.

Respecto a las tecnologías disruptivas anteriormente citadas (IA y cloud), Sánchez pone una nota discordante por los riesgos asociados, especialmente en inteligencia artificial. “Hay un más que posible riesgo regulatorio. Podemos encontrarnos con ciertos límites normativos que levanten barreras a su desarrollo e implantación. Ya hay muchas voces críticas, algunas de ellas autorizadas por su conocimiento y experiencia, en torno a esta tecnología. La contribución de la IA tiene tal potencial y en tantas áreas, que todavía desconocemos hasta dónde puede llegar”.

Una vez identificadas las oportunidades de inversión, conoce cómo gestionar una cartera con sesgo tecnológico.