España ocupa el quinto puesto entre los 23 países evaluados en un ranking que encabeza Austria y en el que EE.UU. ocupa el último lugar.
Apenas unos días antes de la celebración de la COP 29 en Azerbaiyán la gestora DPAM y el Observatorio Hugo (Universidad de Lieja) presentaron la iniciativa Paris Performance Ranking que han desarrollado conjuntamente. Se trata de un ranking que evalúa el desempeño de los países en relación con el Acuerdo de París. Al conectar el ámbito académico con la inversión, este proyecto tiene como objetivo medir con precisión el nivel de alineación de los países con los objetivos del Acuerdo de París, incluyendo la limitación del aumento de la temperatura global a 1.5°C.
París Performance Ranking
El París Performance Ranking busca mostrar cómo los países están cumpliendo con los diversos compromisos del Acuerdo de París. El punto de partida es que los marcos actuales que miden el progreso de los países hacia las obligaciones de dicho acuerdo se centran principalmente en la mitigación, dejando de lado sus compromisos más amplios.
Para Ophélie Mortier, responsable de Sostenibilidad en DPAM, este proyecto enlaza con el modelo de evaluación de la deuda soberana en el que la gestora viene trabajando desde 2007. “Durante muchos años, hemos integrado el análisis de sostenibilidad en nuestro proceso de inversión en bonos soberanos. Este ranking ampliará nuestro conocimiento, destacando cómo los países están cumpliendo con sus compromisos en virtud del acuerdo”, afirma.
Metodología
Aidan Geel, doctorando de la Universidad de Lieja, explica la metodología. “La contribución de cada país va más allá de sus emisiones. Al diseñar el ranking hemos decidido evaluar los artículos 2, 7, 9, 10, 11 y 13 del Acuerdo de París, que hacen referencia a la mitigación, la adaptación, las finanzas climáticas, la transferencia de tecnología, la construcción de capacidad y la transparencia”.
Se analiza la situación de cada país comparando su desempeño a través de un análisis de su evolución frente a tres referencias: la marcada por sus contribuciones nacionales declaradas (NDC por sus siglas en inglés), la que exigiría el objetivo del 1.5°C y la que ellos denominan el 1.5°C justo. “Este benchmark tiene en cuenta cuestiones de equidad, al valorar de forma distinta el esfuerzo que un país desarrollado que ha emitido mucho tendría que hacer frente a uno emergente que está empezando a emitir por su desarrollo económico”, explica.
De momento sólo se evalúan los países desarrollados que firmaron el protocolo de Kyoto (Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Islandia, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos), aunque esperan extenderlo a las economías emergentes el año que viene. Los datos se actualizan dos veces al año y las ponderaciones las han determinado un grupo de expertos externos. “Los pesos de cada indicador se han decidido de forma que se reduzca la posible compensación que pueda haber en la forma de cálculo, por lo que usamos una agregación geométrica”, detalla Geel.
El resultado de España
Antes de analizar el resultado de España, Mortier y Geel advierten de que el modelo está en evolución. En este primer ejercicio sobre los 23 países mencionados, España se sitúa en el quinto puesto de un ranking en el que ningún país está alineado. Aunque ocupa el decimotercer lugar en emisiones actuales y el noveno en emisiones proyectadas, España se destaca en áreas críticas como el rigor de su objetivo net zero, la transparencia multilateral y sus contribuciones a los países en desarrollo. En particular, nuestro país es un líder en iniciativas de transferencia de tecnología y construcción de capacidades.
El ranking está encabezado por Austria. Su compromiso de alcanzar net zero en emisiones una década antes que la mayoría de los países desarrollados y su desempeño equilibrado en otros temas consolidan su liderazgo. El último puesto lo ocupa EE.UU.
Resultados del Ranking
Aplicación a la gestión de activos
Sobre la aplicación del ranking en la gestión de activos, Ophélie Mortier explica que esperarán por lo menos a tener los resultados de todas las economías de la OCDE, si bien hay dos canales por los que ya se está usando: “El primero es como subindicador en nuestro modelo de evaluación de países en lo referente a criterios medioambientales, el segundo es como parte de nuestra agenda de engagement con los países emisores”.