La gestora DWS ha visto cómo en los últimos días sus acciones han pasado de los 41 euros a los 35, un 17%, tras publicarse en varios medios como Wall Street Journal o Bloomberg que tanto la SEC estadounidense como el regulador del mercado alemán, Bafin, están investigando a la gestora de fondos ante las acusaciones de que ha etiquetado de forma errónea sus fondos sostenibles.
Dichas acusaciones provienen de las denuncias de Desiree Fixler, quien era responsable de inversión sostenible de DWS. Y la gestora ha querido dar respuesta a estas acusaciones a través de un comunicado. "Rechazamos firmemente las acusaciones hechas por un antiguo empleado. En DWS seguiremos siendo un firme defensor y promotor de la inversión ESG como parte de nuestra responsabilidad fiduciaria en representación de nuestros clientes", afirma.
En dicho comunicado subraya también la larga trayectoria en inversión sostenible con la que cuenta la gestora y como prueba de ello destaca que consideran la ESG "como la piedra angular de nuestra estrategia corporativa, con el objetivo de convertirnos en líderes en la gestión de activos sostenible, ya que consideramos que los criterios ESG serán la base indispensable para operar en toda la industria".
Cómo es el proceso
Además, explica el proceso por el que aplican la ESG en sus estrategias. En concreto, diferencian entre activos que integran aspectos ESG (ESG Integrated AuM) y activos dedicados a ESG (ESG Dedicated) a la hora de informar sobre los activos bajo gestión en su Informe Anual 2020, cuyo contenido ratifican también en el comunicado. "En la página 90 de dicho informe anual, DWS considera estrategias que integran ESG (“ESG Integrated”) cuando al menos el 90% de la cartera aporta datos ESG (el SynRating global). Los activos ESG integrados (“ESG Integrated AuM”) no se consideran parte de los activos denominados como ESG dedicados (“ESG Dedicated”)”, especifican.
En su informe más reciente, con carácter semestral y publicado en julio, han reportado un total de 70.100 millones de euros de activos ESG dedicados (“ESG AuM”, “ESG Dedicated”) después de aplicar su metodología ESG siguiendo los principios SFDR, el nuevo Reglamento sobre inversiones sostenibles. A ellos, dicen, se suman los 16.400 millones de euros en activos ilíquidos considerados como activos individuales verdes y que forman parte de carteras no clasificadas como ESG.
