Edmond de Rothschild Fund - Big Data: cómo se está moviendo en medio del boom de la Inteligencia Artificial

Jacques-Aurélien Marcireau. Foto cedida (Edmond de Rothschild)

Los datos reinan en la economía actual. Lo que hace unos años era una escasez, ahora es una abundancia. Pero el verdadero valor de una compañía es cómo los gestiona y organiza para crear un servicio o producto de interés. Y ya no es una historia limitada al sector tecnológico. “La gestión de datos va a crear enormes diferencias en los sectores tradicionales”, vaticina Jacques-Aurélien Marcireau, co responsable de renta variable de Edmond de Rothschild Asset Management.

Sin embargo, si algo ha aprendido el gestor de sus años invirtiendo en sectores como la tecnología es que acertar con el timing es igual de importante que acertar con el potencial de una innovación. De hecho, Marcireau tiene una visión bastante distinta del consenso actual del mercado. Concretamente, en cuanto al foco de atención más reciente de los inversores: la inteligencia artificial.

La importancia del timing

El experto ve el potencial que supondrá la inteligencia artificial a futuro, pero cree que el despliegue tardará más de lo que la gente cree. Siente que hay un diferencial de expectativas no tanto en la realidad de lo que será la tecnología sino en el plazo en el que llegará. “Hay espacio para las decepciones”, prevé.

El ruido que hay actualmente alrededor de la IA generativa le recuerda un poco a los primeros pasos en el mundo de los coches autónomos. “Fue en 2010 cuando Tesla sacó el primer anuncio de que estaban trabajando en un vehículo 100% autónomo. En 2015, cinco años más tarde, sacaron los primeros vídeos de los prototipos. En 2017 competidores como Lift vaticinaron que para 2021 tendríamos el despliegue masivo de coches autónomos. Estamos en 2023 y aún no es una realidad”, recuerda Marcireau. “Los humanos tendemos a infravalorar las cosas a largo plazo, pero sobrevalorarlas a corto”, defiende el gestor del Edmond de Rothschild Fund - Big Data, fondo con Rating FundsPeople 2023.

Un optimista a largo plazo; un cauto a corto plazo

Y Marcireau insiste: es muy optimista con el potencial de la IA a largo plazo. Pero eso no le impide ver los riesgos que aún persisten. A nivel macroeconómico, con los tipos de interés altos y la sombra de una recesión. Pero también a nivel tecnológico. “Cualquier ingeniero especializado te reconocerá que un modelo de IA solo es tan bueno como los datos de los que bebe”, sentencia el gestor.

¿Qué pasa con todos esos chats de IA generativa que se nutren de la información pública en la red? “Si todo el mundo depende de los mismos datos abiertos se convierten en una commodity”, argumenta Marcireau. Es decir, no tienen poder de fijación de precios. Lo que verdaderamente le interesa al experto es aquellas compañías que están trabajando en modelos verticales construidos a partir de datos propietarios. “Y lo mejor es que este tipo de empresas aún están cotizando a múltiplos atractivos”, añade.

Además, los modelos de IA generativa actual aún tienen un problema de “alucinación” como lo define el gestor. Y es que, ante la falta de datos para responder a una petición, simplemente se inventan la información. “Puede que acierten un 90% del tiempo, pero eso no deja de significar que una de cada 10 veces te va a dar información errónea. Y eso es un riesgo”, insiste.

Por eso, a día de hoy, Marcireau lo ve más como un potencial de mejora de la productividad de los trabajadores. “No podemos hablar de automatizar trabajos al 100% de momento”, defiende.

Y a esto hay que sumar las valoraciones a las que se mueven estos días las tecnológicas. Especialmente los nombres más evidentes como Microsoft o Nvidia. En marzo de 2023 la correlación entre los tipos de interés y el sector tecnológico se rompió a pesar de que son un activo de larga duración. Esto, explica Marcireau, responde a un doble efecto de la crisis bancaria en Estados Unidos, que empujó a los inversores a buscar valores refugio, y al inicio del boom del GenAI.

Cómo se está moviendo el Edmond de Rothschild Fund - Big Data

Entonces, ¿cómo se está posicionado el Edmond de Rothschild Fund - Big Data en este entorno? Un elemento importante que resalta Marcireau es no descuidar por completo las implicaciones macroeconómicas de una recesión. “Muchas de las compañías con las que hablamos se están preparando para una guerra de precios en la próxima desaceleración económica para limpiar la competencia. Por eso, hay que tener cuidado con estar invertidos en negocios débiles”, advierte el gestor.

Y es precisamente uno de los movimientos más claros en la cartera de este fondo con Rating FundsPeople. El porcentaje de compañías que no generan beneficios ha caído del 10% a menos del 5% del fondo.

No estamos ante un fondo sectorial de tecnología

Marcireau ya veía el potencial de disrupción que traería el big data allá por 2015. Ese año la gestora lanzó el Edmond de Rothschild Fund - Big Data con el objetivo de capturar el potencial de esta macrotendencia. En estos ocho años el fondo se ha convertido en uno de los buques insignia de la gestora en España. Así, cuenta con el Rating FundsPeople 2023 por ser un producto blockbuster en el mercado nacional.

Desde su nacimiento, el fondo no fue concebido como un producto sectorial tecnológico, a pesar de lo que uno pueda esperar por su nombre. “No pretendemos ser un fondo proxy del Nasdaq”, insiste Marcireau. Es una característica propia que se nota en la rentabilidad a largo plazo del fondo. Si bien se quedará rezagado en periodos de fuerte rally de las grandes tecnológicas, también ha significado que, en años negativos para el sector, el fondo no ha sufrido, como vimos en 2022.