Crear un marco estandarizado de productos de ahorro e inversión para destacar productos de bajo coste y que inviertan al menos un 20% en activos europeos y otorgar posibles incentivos fiscales a los productos que cumplan los requisitos. Esa es la propuesta planteada por los expertos del BCE como respuesta a una doble necesidad cada vez más urgente: desarrollar los mercados de capitales de la eurozona impulsando la participación de los inversores minoristas y apoyar las prioridades estratégicas de la UE con un impacto directo en los sectores clave de la economía.
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