El corazón de la cebolla

España tuvo su huelga general y Grecia consiguió dos años más para aplicar los ajustes requeridos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las autoridades económicas de la Eurozona. Los mercados siempre a la búsqueda de anticipar la nueva fuente de riesgo sistémico vuelven otra vez a poner su atención en Washington, tratando de descifrar el curso que seguirá el muy nombrado Fiscal Cliff (abismo fiscal).

En la medida en que nos acercamos a Noche Vieja, momento en que una serie de recortes automáticos en el presupuesto federal entrarían en vigencia, de no lograrse un acuerdo entre republicanos y demócratas, nos enteramos de un conjunto de detalles a los cuales la prensa especializada no había puesto mayor atención en meses previos. Por ejemplo, el déficit realmente no se reduce, lo que se reduce es su velocidad de crecimiento.

Aunque a las primeras de cambios suene un poco confuso, la verdad es simple, por un lado se recortan gastos en sectores como defensa y por el otro se activan compromisos ineludibles como el pago de pensiones a quienes les toque ese derecho a partir del 2013. El impacto neto de recortes y aumentos automáticos, según los expertos, será un incremento de los gastos del 2013 aunque menor al de años recientes.

Las discusiones en el Congreso de EE.UU. ya empiezan a reflejar las agendas de los patrocinantes de los congresistas. Mientras los demócratas quieren revivir programas de transferencia a gobernaciones y municipalidades como el Build America Bond Program, que usan los entes subnacionales para financiar la construcción de infraestructura, y donde los intereses que devengan estos bonos son pagados parcialmente por el gobierno federal, los republicanos desean conservar todas las exenciones fiscales a los contribuyentes, particularmente las de mayores ingresos.

En la mesa de negociaciones se intercambiarán exenciones fiscales por menor recorte de gastos, y habrá puntos en que las fricciones serán menores, como es el caso de extender dichas exenciones a los hogares con ingresos de hasta 250.000 dólares por año. Dada la multiplicidad de tópicos y los escasos 40 días que le quedan al año, se llegará a acuerdos mínimos para que no estalle la crisis y aquellos puntos diferibles a Q1 2013 pues simplemente se diferirán, como es el caso de la fijación del límite máximo de endeudamiento del país, tope que es necesario aumentar en febrero del próximo año.

Lo anterior sugiere que en lo que queda de 2012 el Congreso de EE.UU. no contribuirá en demasía a la reducción del riesgo sistémico. Los treasuries seguirán actuando como instrumentos refugio de corto plazo, oscilando el rendimiento de la nota a 10 años, el título financiero más liquido del mundo, en rango 1,50%-1,70%.

No hay grandes razones para hacer cambios en el portafolio de renta fija de alto rendimiento. El retorno de dicho portafolio en Q4 2012 será más un tema de cupones que de ganancias de capital, ya que las tasas de interés, no tienen en el corto plazo mucho espacio para bajar.

Quienes sigan las discusiones de Washington tendrán la misma sensación del que busca el corazón de una cebolla, cada acuerdo es una capa eliminada, para luegoencontrar una nueva capa, y así hasta llegar al centro que es la nada.