"El desapalancamiento está a medio camino"

El momento del crédito ha llegado. Pero hay que ser muy selectivo. Para Adam Cordery, responsable de estrategias de crédito para Europa y Reino Unido de Schroders, los mercados ofrecen una oportunidad “única en una generación” para invertir en crédito. Considera que la recesión actual será más fuerte que las anteriores, pero no espera que la economía entre en una depresión comparable a la de 1929. “Los políticos parecen haber aprendido de los errores del pasado”, afirma.

Cordery, que gestiona el fondo Schroder ISF Euro Corporate Bond, está convencido de que durante 2009 los inversores comenzarán a moverse y a salir de los activos sin riesgo. “En los próximos seis meses, la gente empezará a pensar que la recesión no durará para siempre y empezará a invertir. El mercado de crédito se recuperará antes que la economía y creo que también lo hará antes que la renta variable. Las valoraciones del crédito están ya en niveles de 1929. No es así para la renta variable”, asegura.

En el corto plazo, sin embargo, la volatilidad seguirá alta y el entorno será muy complicado. “Saldrán muchas malas noticias en los próximos meses, pero muchas de ellas ya están descontadas en el precio de los activos. Habrá menos compañías, pero hay que recordar que incluso en los años 30, la mayoría de las empresas sobrevivió a la crisis”.

Cordery espera que la tasa de impagos suba al 10% o al 12% en el próximo año y medio y que la tasa de recuperación para las compañías que quiebren estará entre 10 y 20 céntimos por euro invertido, muy por debajo de la media histórica, que se ubica en 40 céntimos de euro.

“La pregunta clave antes de invertir es si esa compañía podrá sobrevivir a la recesión”, señala. Entre sus principales apuestas está el sector de los servicios públicos, los productores de bebidas alcohólicas y algunos títulos de high yield. Evita sectores como el automovilístico, el de bienes de lujo y los bienes duraderos. “Me gusta la deuda senior y alguna deuda subordinada de grandes bancos”.

Además de los aspectos fundamentales, los criterios técnicos serán teniendo un peso importante en los mercados. “El proceso de desapalancamiento está todavía a medio camino. Puede ser menos violento que en los últimos meses, pero se prolongará todavía un tiempo. Las ventas forzadas durarán al menos otros seis o doce meses, aproximadamente”, señala Cordery.