El impacto de MiFID II en el análisis de compañías: algunas cifras clave

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Firma: Raul Petri (Unsplash)

La puesta en marcha hace ya tres años del Reglamento europeo conocido como MiFID II no solo ha supuesto un antes y un después en la protección del inversor. También ha cambiado el acceso de los inversores a la información externa que reciben de las compañías donde invierten.

Al fin y al cabo, una de las medidas que se incluyen en la Directiva es la conocida como unbundling que obliga a los gestores de activos a separar los pagos a los analistas de las comisiones de negociación. Esta especificidad ha supuesto una drástica caída en la cobertura de análisis de muchas compañías, sobre todo de las más pequeñas, como se destacó en unas jornadas sobre el futuro del análisis bursátil organizadas recientemente por IEAF-FEF.

Alfredo Echevarría, director de IEAF-Lighthouse, ha puesto cifras a la caída de analistas que han sufrido por ejemplo los valores españoles. "En España han caído un 15% el número de analistas cubriendo a compañías en los últimos cinco años, sobre todo en lo que se refiere a las micro caps y small caps", afirma. Y esa caída de ve perfectamente en el gráfico inferior.

Fuente: Lighthouse

Y esa situación no es exclusiva de España ya que, según explicó Diego Ballón, senior associate de la firma Clifford Chance, hoy en día el 70% de las pymes de hasta 50 millones de capitalización a nivel global se han quedado sin cobertura por parte de los analistas y el 20% solo cuenta con el seguimiento de un único analista. Y éste es uno de los puntos que la normativa Quick Fix busca paliar.

Qué implica un menor análisis

No en vano, las derivadas de esta reducción en la cobertura de, sobre todo, las compañías más pequeñas son dos. Por una parte, la ausencia de análisis por parte del sell side provoca un círculo que vicioso que implica un menor interés por parte de los analistas buy side, una menor liquidez para la compañía que en muchas ocasiones se traduce en un peor comportamiento en bolsa. Y según explica Echevarría esa es la razón por la que cada vez más compañías pierden el interés por acudir a los mercados bursátiles como medio de financiación.

Pero esa falta de análisis generalizado también presenta oportunidades para los gestores de activos especializados sobre todo en el segmento de small and mid caps. Lo explica Lola Solana, gestora de small caps y ESG de Santander AM. "Hoy hay un 47% de compañías que no están cubiertas por nadie a nivel global (10.579 compañías) frente al 3% de las más grandes que carecen de cobertura y esto ofrece grandes oportunidades para los gestores activos", afirma.

Menos cantidad pero ¿mejor calidad?

Además del efecto en mercado, el unbundling también ha traído consigo grandes cambios en lo que se refiere al tipo de análisis que hace ahora de una compañía. De hecho, Mikel Tapia, catedrático de la catedrático de Finanzas en la UC3M Business, ha estudiado diferentes estudios académicos que analizan los cambios sufridos por el análisis en los últimos años. Destaca sobre todo el de Guo y Mota (Journal of Financial Economics, 2021) que analiza la distancia absoluta entre los BPA reales de la empresa y la media de las previsiones de los analistas.

"El resultado es que los errores de previsión de las empresas son menores y que el resultado no se debe a unos pocos valores extremos", afirma. Y ese resultado lo observa también en otros estudios, lo que le lleva a concluir a que "aunque hay menos analistas, se ve que el mercado ha expulsado a los malos y que los que se quedan erran menos en sus previsiones", afirma.

Sin embargo, si bien las previsiones de BPA o del precio objetivo pueden ser importantes, en las jornadas se subrayó también cómo el auge de la ESG ha puesto en valor también la importancia del análisis ESG en las valoraciones de una compañía. Al fin y al cabo, son muchos los estudios que ya analizan cómo un rating ESG influye en el comportamiento de los valores en bolsa y son también los fondos sostenibles los que concentran el grueso de los flujos de los inversores. De hecho, incluso en un país como España, los activos gestionados con criterios ESG ya han superado a los tradicionales.