El regulador europeo de los mercados de valores, ESMA, ha presentado su declaración pública anual sobre las prioridades europeas comunes de ejecución. Se trata de las áreas prioritarias que analizarán y monitorizarán con especial atención en los informes financieros anuales 2021 de las sociedades cotizadas. Para 2021 incluyen el impacto del COVID-19 y asuntos relacionados con el clima, brindan orientación sobre la medición de las pérdidas crediticias esperadas y destacan las obligaciones de divulgación de conformidad con el Artículo 8 del Reglamento de taxonomía.
Las áreas cubiertas serán consideradas por las autoridades nacionales al monitorear y evaluar los informes financieros anuales de 2021 de las empresas que cotizan en bolsa. Como vemos, sigue siendo importante para el regulador monitorizar el efecto de la pandemia pero también de vigilar cómo se está implementando la normativa sobre la inversión bajo criterios medioambientales.
“La Declaración ECEP de este año refleja la continua volatilidad e incertidumbre en el contexto de la pandemia COVID-19 y la necesidad de transparencia sobre sus impactos, que es clave para garantizar la estabilidad de los mercados financieros de la UE", explican desde ESMA. Según detallan, las prioridades identificadas también destacan cuán vital es la inclusión de cualquier información financiera y no financiera importante sobre asuntos relacionados con el clima, a la luz de la creciente importancia para los inversores.
Prioridades en los estados financieros
Así, en los estados financieros que publiquen las cotizadas, ESMA prestará especial atención a:
- La evaluación cuidadosa y la transparencia en la contabilidad de los impactos a largo plazo de la pandemia de COVID-19 y la fase de recuperación.
- La consistencia entre la información revelada en los estados financieros IFRS y la información no financiera sobre asuntos relacionados con el clima, consideración de los riesgos climáticos, revelación de cualquier juicio significativo y estimación de la incertidumbre con respecto a los riesgos climáticos mientras se evalúa claramente la importancia relativa.
- Mayor transparencia con respecto a la medición de la Pérdida Crediticia Esperada (Expected Credit Loss). Particularmente en relación con las superposiciones de gestión, cambios significativos en el riesgo crediticio, información prospectiva, cambios en las provisiones para pérdidas, exposiciones al riesgo crediticio y garantías, y el efecto del riesgo relacionado con el clima en la medición de ECL.
Requisitos de divulgación bajo la Taxonomía
Pero también se vigilarán las comunicaciones no financieras. Aquí también ESMA monitorizará el impacto del COVID-19 en las metas relacionadas con la sostenibilidad e indicadores clave de desempeño no financieros. También información sobre cualquier cambio estructural y políticas relacionadas con el clima y sus resultados.
De hecho, el regulador recuerda la necesidad de cumplir con los requisitos de divulgación previstos en el Artículo 8 del Reglamento de Taxonomía, que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2022.
