El lujo como una necesidad

Esto no debería sorprendernos. ¿Por qué? Básicamente porque los consumidores chinos, especialmente los más jóvenes son narcisistas y hedonistas, según los últimos estudios, que tienden a rechazar los valores tradicionales y buscan lo nuevo, la moda y el lujo. De esta forma, los países asiáticos, encabezados por China, son los grandes protagonistas del futuro de este tipo de consumo.

La pasada crisis demostró la resiliencia del consumo de bienes supuestamente lujosos, donde las ventas quizás no crecieron como en años normales, pero tampoco se contrajeron, como se podría haber pensado. Las razones de ello pueden encontrarse en que el llamado soft luxury o lujo más barato, ha pasado a ser casi una necesidad y no una opción, para buena parte de la clase media en el mundo. Así, experiencias exclusivas, regalos de buena calidad, panoramas de esparcimiento fuera de lo común, artículos de vestir que hagan sentir bien y contentos consigo mismo y su entorno, son a su manera, en el mundo de actual, artículos de primer orden en la escala de necesidades.

El mercado ha hecho eco de lo antes expuesto y ha “premiado” a esta clase de activos, por sobre el mercado en general y las empresa de consumo no básico en particular. Esto ha producido asimismo que empresas como Prada acabe de hacer su IPO -Oferta pública inicial- de acciones en Hong Kong o que el grupo francés Louis Vuitton Moet Hennessy- compre Bulgari, por casi 4.000 millones de euros y que también eleve su participación en Hermès. Y se esperan aún más IPO’s y consolidación en el sector.

Analistas estiman que de aquí a quince años, el mercado mundial del lujo se cuadriplicará. Por ende las oportunidades para estas compañías son muchísimas, pero también los desafíos… así los ejecutivos deberán dilucidar cómo vender más sin perjudicar la exclusividad de la marca y cómo enriquecer la experiencia del usuario, que es hacia donde parecen estarse desplazando los deseos de los clientes. Unos clientes que privilegiarían cada día más la “colección” de experiencias en relación a objetos, por sobre la mera acumulación de ellos.