“El segmento de uno a tres años es el más atractivo en épocas de subidas de tipos”

0false2118 pt18 pt00falsefalsefalse /* Style Definitions */table.MsoNormalTable{mso-style-name:"Tabla normal";mso-tstyle-rowband-size:0;mso-tstyle-colband-size:0;mso-style-noshow:yes;mso-style-parent:"";mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;mso-para-margin:0cm;mso-para-margin-bottom:.0001pt;mso-pagination:widow-orphan;font-size:10.0pt;font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} El año ha sido excepcional para el crédito, pero la partida aún puede continuar. Para Cyril Colmont, se pueden encontrar excelentes oportunidades en el mercado primario. Los diferenciales entre emisores continúan siendo muy distintos, lo que pone de manifiesto la capacidad de discriminación de los inversores institucionales a la hora de acudir a este mercado. “Tras el verano hemos encontrado un gran interés por los mercados de crédito, pero los inversores han sido muy selectivos. “Las empresas de servicios públicos han dominado el primario, con un 30% de las emisiones, seguidas de las compañías de telecomunicaciones y de automóviles”, señala. Como ejemplo pone casos como las emisiones de Fiat, frente a las del sector bancario, como las de Barclays o Credit Suisse.

En opinión del director de renta fija de Axa Investment Managers, las tasas de impago que se han descontado en los precios de las emisiones tras el verano están muy por encima de las que históricamente se han manejado en estos activos. Por ejemplo, en el caso de los high yield de EEUU descontaban niveles de impago de casi el 50% con tasas de recuperación del 40%, cuando la media histórica es del 22,5% y en el peor momento llegó a ser del 31,6%. Para Colmont, a pesar de que en los últimos meses se han reducido los diferenciales, las emisiones de renta fija privada continúan siendo una clase de activo atractivo, a la espera de que termine de producirse la normalización del mercado.

Por plazos, cree que el segmento más corto es una oportunidad y recuerda que en los diez últimos años, la parte de la curva entre uno y tres años ha sido la que mejor se ha comportado en periodos de endurecimiento de los tipos de interés, como el que veremos en 2010. Por sectores, considera que la deuda senior de entidades financieras ha sido un refugio por el apoyo del Estado, aunque aún ofrece escasos atractivos. En la deuda subordinada de entidades financieras, se decanta por las compañías de seguros que ofrecen un cierto carácter contracíclico. En el caso de las emisiones de empresas cíclicas, algunas se benefician del apoyo de las economías emergentes. En las no cíclicas, reducen su sobreponderación en los sectores más defensivos.