El crecimiento global puede acelerarse algo en 2015, aunque no esperamos un cambio masivo respecto a lo que hemos visto los pasados años. Así que es previsible un crecimiento relativamente débil, mayor en EEUU que en otras regiones –lo cual está prácticamente descontado en el precio de sus acciones-. Sin embargo vemos cierto potencial alcista en las acciones de Japón. En cuanto a Europa, la situación puede mejorar lentamente gracias a la debilidad del euro y también a la actividad del BCE.
En mercados emergentes hay países como Rusia, Brasil y Sudáfrica muy cerca de la recesión o incluso la estanflación. Sin embargo otros países como India, México y Filipinas se están mostrando muy fuertes y es previsible que así sigan. La gran cuestión es China, donde creemos que el crecimiento seguirá por encima de 7% anual, aunque haya riesgos, especialmente por el mercado de construcción residencial, que ha estado muy débil los últimos meses.
No esperamos que globalmente la liquidez vaya a cambiar. De hecho la expansión de los balances de los bancos centrales puede ser de un billón de dólares, la misma cantidad que los últimos años. Así que, aunque la Reserva Federal haya dejado de imprimir dinero el BCE y el Banco de Japón lo seguirán haciendo. Esto es positivo, si bien obviamente la acción de la Reserva Federal y los bancos centrales tiende a conducir el comportamiento de los mercados. De manera que el conjunto puede ser ligeramente negativo.
En términos de valoración casi todas las regiones están por encima de la media a largo plazo, si bien es muy normal a lo largo del ciclo que los beneficios se muestren deprimidos antes de rebotar. De manera que solo la valoración no implica que las acciones no puedan subir. De todas formas resulta difícil encontrar verdadero valor en prácticamente cualquier clase de activos.
En cuanto a sentimiento hay mucha diferenciación. En EE.UU los indicadores de sentimiento están extremadamente altos, en máximos históricos, pero en Europa e incluso en países emergentes el sentimiento es con mucho menos optimista, lo cual se puede explotar en la asignación e activos. En conjunto las acciones pueden comportarse mejor que los bonos y tenemos preferencia por acciones de Japón, en Europa por las acciones de Alemania y en mercados emergentes por India. En la parte de renta fija, para la que el año puede ser difícil, la deuda de mercados emergentes en moneda local tiene el mayor potencial, dado que las divisas están muy baratas –el nivel más barato que hemos visto en 20 años- mientras las rentabilidades a vencimiento son altas, en un momento en que la inflación probablemente vaya a alcanzar techo. De manera que en 2015 interesan acciones, pero también deuda de mercados emergentes en moneda local.