¿En qué punto se encuentra el liderazgo femenino? Algunos datos

Mujeres
Firma: Sincerely Media (Unsplash)

La incorporación de la mujer a los máximos órganos directivos de las empresas está aún muy lejos de la paridad. Un estudio global realizado por BNP Paribas Asset Management tomando como referencia las 17.000 empresas cotizadas de la base de datos de los Servicios Institucionales para Accionistas muestra que las mujeres constituyen, de media, el 18% de los consejos de administración de las compañías.

Las diferencias regionales son considerables. Europa, Sudáfrica y Australia son las regiones más avanzadas en términos de paridad entre directivos, mientras que Asia, América del Sur y Oriente Medio las menos diversas. El tamaño de la empresa, el país de constitución y la legislación local también tienen un impacto significativo en los niveles de participación femenina en los consejos de administración.

Como ejemplo, basta decir que "el 69% de las grandes compañías del Viejo Continente han publicado objetivos de diversidad, frente al 28% de las pequeñas. Las mujeres constituían el 36% de la media de los consejos de administración de las empresas europeas de gran capitalización que cotizan en bolsa en 2021, frente al 16% de 2011", indican desde Bank of America.

Entre las grandes multinacionales en las que las mujeres ocupan los puestos de directora general o presidenta del consejo de administración, junto con un consejo de administración en el que más de un tercio son mujeres, se encuentran firmas como Accenture, Hershey, H&M, Macquarie, Rolls Royce, Sodexo, Starbucks, Swatch, UPS o Walt Disney.

Tal y como explica Sudhir Roc Sennet, director de Thought Leadership & ESG de Quality Growth, boutique de Vontobel AM, el perfil de las empresas bajo liderazgo femenino tiende a tener bases de empleados notablemente mayores, a gestionar márgenes más altos y a generar un mayor flujo de caja de sus inversiones respecto a la media del mercado.

Lo que representan y lo que lideran

La bandera roja de una meritocracia que funciona mal es el desequilibrio en los ingresos entre hombres y mujeres. Y eso es una tendencia que se repite en la mayor parte del planeta. Es un indicador del problema corrosivo que supone que las mujeres sean retenidas por su antigüedad en la empresa. Los rangos inferiores están peor pagados, por lo que los ingresos medios son menores.

“Por ejemplo, en Estados Unidos, las trabajadoras representan el 47% de la mano de obra y el 31% de las directoras del S&P 500, pero solo el 6% de las directoras generales del S&P 500. Al ver estas cifras, uno se pregunta por un momento si ha habido algún progreso en las últimas dos décadas. “La respuesta es que ha habido un progreso significativo, pero es irregular y se ha dado solo en algunos lugares”, señala Sennet.

Comparación de ingresos

La diferencia de ingresos entre hombres y mujeres sigue siendo considerable. En la UE, las mujeres ganan una media de 86 dólares por cada 100 de los hombres, y en EE.UU., ganan 83. “A esta diferencia contribuye en gran medida la penalización por maternidad, es decir, la pérdida de ingresos que sufren las madres debido a la retención de los anticipos por antigüedad, o al abandono de la empresa por las dificultades para conciliar su entorno laboral con las necesidades de ser madre”, explica el experto.

En los países de bajos ingresos, los problemas van más allá, agravados por la falta de recursos, el bajo nivel educativo y las tradiciones conservadoras hacia las mujeres. “Es un tema preocupante, ya que el poder económico de los hombres puede convertirse rápidamente en poder social”, concluye.