Eaton & Van Winkle LLP, un bufete de abogados que representa a los principales consumidores de cobre de Estados Unidos, señal que la aprobación por parte de la SEC del ETP de JPMorgan sobre el cobre es "arbitraria y caprichosa". Aunque la firma de abog
En diciembre del año pasado, la SEC aprobó el lanzamiento de un controvertido ETP, el JPMorgan XF Physical Copper Trust, el cual se convertirá en el primer ETP listado en Estados Unidos que cuente con un inventario físico de cobre, en vez de únicamente negociar contratos de futuros.
Su aprobación no ha hecho más que avivar las voces en contra del ETP al señalar que este producto desequilibrará el suministro del metal, y permitiría a los especuladores crear una burbuja e incluso romper con el ciclo del precio del cobre. Sin embargo, JPMorgan se defiende señalando en un comunicado a la SEC que el ETP "no tendrá un impacto material en el suministro del cobre" ya que lo que se pretende con el metal no es consumirlo sino únicamente mantenerlo.
Nicholas Brooks, head of research and investment strategy de ETF Securities, comparte su opinión y toma como ejemplo al oro. "Actualmente existen en torno a 150.000 millones de dólares en ETP que inverten en el oro físico a nivel global. En todos los análisis que hemos hecho el impacto que esto supone sobre el precio del oro es insignificante", señala el experto en un artículo publicado por Financial Times. "En la primera mitad del 2012 las entradas de dinero en los ETP sobre el oro fueron un 3,8% del total de la demanda del metal precioso. La joyería, las monedas y las barras suponen un porcentaje mucho mayor". En conclusión, este experto, como muchos otros, considera muy poco probable que el mercado de los ETP físicos lleguen a ser lo suficientemente grande como afectar significativamente los precios.
Las mineras, los más propensos a experimentar los efectos
En cambio, los más propensos a experimentar los efectos del ETP sobre el cobre físico serían las acciones de las empresas relacionadas con el metal, principalmente, las mineras. Brooks explica que cuando no se podía invertir fácilmente en el oro de forma directa, las acciones de las mineras que explotaban el metal cotizaban con un extra en su valor. Esto se debía a que eran la única forma de ganar exposición al metal. Sin embargo, con la llega del primer ETP sobre el oro físico, el SPDR Gold Trust en noviembre de 2004, las acciones de las mineras cayeron rápidamente. Algo similar podría suceder con las empresa que explotan el cobre.
