Europa cambia el rumbo

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Sorpresa en Frankfurt. Al Consejo del Banco Central Europeo (BCE) no parece haberle temblado el pulso al decidir rebajar por unanimidad en un cuarto de punto los tipos de interés, hasta el mínimo histórico del 0,25%. El presidente de la autoridad monetaria lo tiene muy claro: “la eurozona podría vivir un prolongado periodo de baja inflación que vendría seguida de una subida gradual que situase la tasa en torno (aunque siempre por debajo) del 2%”, el objetivo fijado por la institución. Esto es lo que le habría dado el margen que necesitaba para aplicar esta medida. Es más: Mario Draghi adelantaba que, en este entorno, “la política monetaria seguirá siendo acomodaticia durante un largo periodo de tiempo”.

Con el objetivo de aumentar la liquidez del sistema financiero, el BCE ha reducido en 25 puntos básicos -del 1% al 0,75%- la facilidad marginal de crédito, los préstamos que concede a un día de plazo a los bancos. Se guarda en la recámara la posibilidad de tomar nuevas medidas para dar una mayor fluidez al crédito. En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo, Draghi aseguraba que las decisiones adoptadas “van en la línea de ayudar a la financiación de las empresas y también a la economía en general”, si bien para que estas tengan efecto sería necesaria asimismo actuaciones por parte de los gobiernos nacionales.

La visión de DeAWM Joaquín González-Llamazares, director de renta fija de Deutsche Asset & Wealth Management, no tiene ninguna duda de que el BCE ha bajado los tipos porque se desvía acusadamente del mandato de inflación del 2% a medio plazo. “Habrá que ver las proyecciones de diciembre para ver el horizonte exacto (el punto de inflexión y la magnitud de la caída multianual). Será curioso analizar cómo contrastan estas proyecciones con las recientemente publicadas por la Comisión Europea -media de 1,5% para 2014/15). Por lo pronto, Draghi ha descartado que Europa se esté japonificando”. Respecto al ‘forward guidance’ de tipos bajos, lo ha desplazado a mediados de 2015 por lo que se pospone el fuerte drenaje de liquidez asociado a los vencimientos de LTRO (anteriores en el tiempo). “No se ha hablado de nuevos programas de flexibilización monetaria, ni del euro. Se ha mencionado la mejora en la fragmentación financiera esperando mejoras adicionales vinculadas a la mejora del crecimiento real, enfatizando a su vez la robustez de la eurozona en términos de fundamentales. “Dado los menores crecimientos nominales a lo estimado en el medio plazo habrá que monitorizar los ratios de PIB sobre deuda de países y los objetivos de déficit, particularmente de los países periféricos. A corto plazo, tipos más bajos durante más tiempo promoverán estrategias de carry trade, curvas más empinadas (diferenciales de la periferia más bajos tras el anuncio)”, explica el experto.

La visión de Fidelity

Según explican desde Fidelity Worldwide Investment, la rebaja sorpresa de los tipos de interés al 0,25% subraya sus perspectivas positivas para los mercados de renta variable global. “El crecimiento global se está recuperando pero ningún banco central piensa ni siquiera en subir los tipos de interés. La Fed es reacia a reducir sus compras de bonos, el BCE acaba de recortar tipos y sigue abierto a futuras acciones (incluso tipos de interés negativos), el Banco de Inglaterra ha prometido mantener los tipos bajos y se espera que el Banco de Japón siga imprimiendo dinero durante el próximo año o incluso más tiempo”, afirman.

Desde la firma consideran que solo una fuerte subida de la inflación cambiaría las cosas, si bien no hay señales de que esto vaya a ocurrir. “Si el exceso de capacidad y la ralentización estructural de China siguen presionando a la baja el precio de las materias primas, entonces la actual expansión económica podría seguir hasta 2014 e incluso más allá”, indican. Sin embargo, son pocos los que se esperaban un movimiento así. Martin Harvey, miembro del equipo de Threadneedle, asegura que esto ha sido "algo inesperado", aunque también "una grata sorpresa”. Para el experto, "no hay una evidente urgencia para adoptar medidas no convencionales en el corto plazo. Un nuevo LTRO parece difícil de justificar en este momento y las compras de activos son todavía una  opción demasiado controvertida para ser tenida en cuenta”.