En el universo de la renta fija, la positiva reacción del mercado a las elecciones griegas duró poco, como era previsible. En el pasado, estos momentos de alivio rara vez han durado mucho. La razón principal es que la mayoría de los esfuerzos dirigidos
En estas condiciones, no debería sorprender que los activos refugio se hayan revalorizado. Hemos asistido a importantes entradas de capitales en refugios tradicionales como los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años y la deuda pública alemana. Sin embargo, los tipos de estos bonos han caído hasta niveles tan bajos que debemos preguntarnos por su sostenibilidad a largo plazo. Naturalmente, los rendimientos pueden caer aún más desde los niveles actuales, pero los inversores tienen que plantearse si estos tipos tan bajos les compensan lo suficiente por la futura potencial inflación y otros riesgos. La realidad es que no hay suficiente oferta para atender la enorme demanda que estamos observando en esos títulos.
A la vista de estas incertidumbres, estamos viendo cómo algunos inversores miran más allá en busca de una combinación atractiva de rendimiento y seguridad. Así pues, hemos constatado una fuerte demanda de la deuda pública de calidad de Australia y Canadá. También estamos viendo cómo cada vez más inversores ajustan sus carteras para desvincularlas de los índices de referencia basados en la capitalización o las emisiones y adoptar soluciones más diversificadas y ajustadas al riesgo, donde la liquidez es abundante. Esto se ha traducido en una demanda cada vez mayor de deuda corporativa con calidad crediticia. Esto no debería sorprender, ya que, de hecho, la rentabilidad de las empresas ha sido muy buena últimamente y durante los últimos años muchas empresas han usado sus beneficios para reforzar sus balances. A la vista de las razonables rentabilidades actuales y la previsibilidad que se deriva de su solvencia, creo que los bonos de empresas de alta calidad crediticia son actualmente un buen lugar para invertir.
Desde una perspectiva más general, lo que se está produciendo en el mercado de renta fija es una reordenación de la tradicional estructura de riesgos debido al hecho de que los gobiernos —que una vez fueron los bastiones de la solvencia y la gestión prudente de la deuda— han estado apuntalando sistemas financieros. Por estos motivos, se podría decir que algunas empresas de calidad parecen inversiones mucho mejores que algunos gobiernos.
Si miramos a los mercados de divisas, las monedas refugio tradicionales como el dólar, el franco suizo y el yen se han comportado bien, como era previsible, mientras que las monedas emergentes han sufrido, tal vez indebidamente, por los movimientos indiscriminados de tolerancia e intolerancia total al riesgo. Así pues, hemos visto a monedas como la rupia india y el real brasileño registrar un comportamiento muy negativo, pero desde una perspectiva a medio plazo, ahora no resulta difícil reunir argumentos favorables a estas monedas.
En lo que respecta a las perspectivas de la economía mundial, han aparecido señales de desaceleración en EE.UU., pero es importante precisar que su economía sigue expandiéndose. La gran pregunta es hasta qué punto la desaceleración de EE.UU. es atribuible al tiempo inusualmente malo que se vivió el año pasado, o si está relacionada con factores más problemáticos, como la crisis de la zona euro y la reciente desaceleración de la economía china.
La evolución de los datos económicos de EE.UU. durante los próximos meses ayudará a determinar si el banco central del país, que acaba de prorrogar su "Operación Twist", pondrá en marcha una nueva ronda de relajación cuantitativa. Mi opinión personal es que probablemente veamos más relajación cuantitativa en EE.UU. hacia finales de año y que probablemente se materialice en compras de hipotecas por parte de la Fed para intentar tirar a la baja de la curva de rendimientos. De ser así, sería un factor favorable en líneas generales para muchos mercados y ayudaría también a mitigar el riesgo de que se produzcan caídas acusadas en los mercados.
En lo que respecta a las estrategias que se adaptan bien a las condiciones actuales, animaría a los inversores a considerar la deuda corporativa de alta calidad crediticia. La deuda de alto rendimiento parece bastante atractiva por rentabilidad total, pero también es más volátil, por lo que la renta fija privada de alta calidad es donde espero que se registren más entradas de capitales. Un riesgo extremo importante que merece la pena mencionar es que podríamos ver una inflación considerablemente alta a medio plazo debido a los importantes niveles de creación monetaria que estamos presenciando en todo el mundo. Se puede conseguir protección frente a este riesgo con activos reales específicos o mediante títulos indexados a la inflación.