Estudio realizado por los profesores David Gallagher, Graham Harman, Camille Schmidt y Geoffrey Warren y divulgado por Financial Analysts Journal, publicación de CFA Institute.
Los fondos de renta variable global representan una categoría de producto sobre la que se realizado escasos estudios, lo que hace que exista un desconocimiento generalizado sobre los factores que históricamente han explicado la rentabilidad ofrecida por estos fondos. Un estudio realizado por los profesores David Gallagher, Graham Harman, Camille Schmidt y Geoffrey Warren bajo el título Global Equity Fund Performance: An Attribution Approach divulgado a través de Financial Analysts Journal, una publicación de CFA Institute, trata de arrojar luz sobre esta cuestión. Para ello, los expertos examinaron el comportamiento registrado por 143 fondos de renta variable global durante los años 2002-2012, un periodo en el que, de media, estos productos batieron a su índice de referencia al generar una rentabilidad anualizada bruta por encima del selectivo, que los autores del trabajo cifran entre el 1,2% (basándose en los valores que tenían los fondos en cartera) y el 1,4% (basándose en las rentabilidades reportadas).
Al ser estrategias con un universo de inversión global, la duda que ha existido siempre sobre estos productos gira en torno a saber cuáles son las fuentes de rentabilidad sobre las que se han apoyado los gestores de estos fondos. El estudio demuestra que, durante el periodo analizado, su éxito se ha basado fundamentalmente en la capacidad de los gestores para seleccionar acciones que registrasen rentabilidades superiores a las de sus mercados locales. Dicho de otra manera: aunque muchos pudieran pensar que los resultados de los fondos son atribuibles a la decisión del gestor de sobreponderar o infraponderar equis país, en realidad esto no es así. Si se hace el performance attribution de la categoría y se descomponen los factores que explican la rentabilidad se observa que la clave ha estado en el stock picking. Es decir: su comportamiento se explica principalmente por la habilidad de los gestores a la hora de elegir aquellas compañías que experimenten un mejor comportamiento que su mercado de origen.
Esto es algo que los responsables del informe han visto como evidente en todas las regiones, siendo en Japón donde la contribución del stock selection es mayor. La selección geográfica y sectorial son factores menos importantes. Sin embargo, el stock selection no lo explica todo. Junto con este factor, existe otro que en el periodo analizado también ha tenido un peso importante en el performance attribution. Guarda relación con los mercados emergentes y, más concretamente, con la habilidad de los gestores para saber elegir aquellos países en vías de desarrollo que van a registrar un mejor comportamiento que el resto. No obstante, aquí se produce un hecho curioso: las contribuciones al performance attribution de las divisas de estos mercados son mixtas y, en conjunto, hasta negativas, lo que significa que entre los años 2002 y 2012 han destruido valor. Además de todo esto, del estudio se pueden extraer otra serie de implicaciones prácticas, también muy interesantes.
La primera es que las rentabilidades del 1,2%-1,4% generadas por los fondos de renta variable global entre 2002 y 2012 suponen porcentajes que superan holgadamente las comisiones que pagan los clientes institucionales por invertir en estos productos, aunque no las que abonan muchos inversores retail, lo que –según los autores- hace que sean más interesantes para los primeros que para los segundos, sobre todo para aquellos que pagan comisiones inferiores al 1%. La segunda revelación apunta a que, dada la importancia que tiene en el exceso de rentabilidad la selección de valores y de los mercados emergentes, lo aconsejable a la hora de elegir un fondo de bolsa global es favorecer a aquellos gestores con filosofías bottom-up que enfaticen el stock picking y que también tengan habilidades a la hora de escoger mercados emergentes. “Esto no quiere decir que las estrategias top down no vayan a tener éxito, ya que esto no es algo extensible a todos los gestores de renta variable global”, afirman los autores.
La tercer conclusión a la que llegan los expertos es que, dado que las divisas es un factor que no contribuye positivamente a la rentabilidad de estas estrategias, una buena solución para los inversores sería separar la gestión de las divisas de la gestión de las estrategias de renta variable global, por ejemplo a través de las coberturas. Por último, los responsables del estudio recuerdan que los resultados de estas observaciones se fundamentan sobre el análisis del fondo promedio de un universo formado por 143 productos. “El acceso a toda la muestra habría sido imposible. Los resultados reflejan la expectativa que surge de la selección al azar de fondos de renta variable global. Los inversores institucionales pueden ser capaces de registrar rentabilidades superiores seleccionando aquellos gestores a partir de información extra, como por ejemplo el estudio del comportamiento registrado en el pasado por los productos o las características de cada estrategia”.