Resultados del informe SPIVA Europe Scorecard, que analiza el comportamiento de los fondos europeos de renta variable denominados en euros, libras y otras divisas locales europeas.
La renta variable global perdió un 1,74% en 2015 (en euros), medida por el índice S&P Global 1.200, mientras que la renta variable europea, medida por el índice S&P Europe 350 perdió hasta un 10,47% en el mismo periodo. Cabe recordar que 2015 se caracterizó por un repunte generalizado de la volatilidad, motivado en parte por los temores al Brexit y en parte por la introducción de tipos negativos como parte de la política monetaria del BCE. “Normalmente, estas habrían sido las condiciones ideales en las que se esperaría que los gestores activos batieran al mercado, al poder usar teóricamente sus habilidades de stock picking para aprovecharse de las ineficiencias y gestionar la volatilidad”, comentan desde S&P Dow Jones Indices, en su último informe SPIVA Europe Scorecard. En este informe se analiza el comportamiento de los fondos europeos de gestión activa denominados en euros, libras y otras divisas locales europeas respecto a sus índices de referencia a uno, tres, cinco y diez años.
Sin embargo, la conclusión a la que han llegado a partir del análisis de rentabilidad de los fondos de renta variable pan europea es que el conjunto de estos fondos generó un rendimiento inferior al de sus índices de referencia en todos los horizontes temporales utilizados. De los fondos que invierten en renta variable de la eurozona, el porcentaje se queda en el 91,28% en un periodo a diez años, mientras que en el caso de los fondos de renta variable global, la proporción se dispara hasta el 98,33% en el mismo periodo (ver tabla inferior).
La rentabilidad de los fondos europeos que invirtieron en renta variable emergente fue muy similar (96,65%), “principalmente debido al desfavorable comportamiento económico en China y otros países emergentes”. No obstante, esta observación viene con una matización: “Hay una creencia ampliamente extendida de que la gestión activa de carteras puede ser más efectiva en mercados menos eficientes, como la renta variable emergente, pues estos mercados pueden proporcionar a los gestores la oportunidad de explotar las ineficiencias percibidas. Sin embargo, este punto de vista no estuvo corroborado por nuestro análisis, pues los fondos activos lo hicieron peor que sus benchmarks en todos los periodos de tiempo, con un 96% de los fondos comportándose peor en un periodo a 10 años”.
En EE.UU., el comportamiento de las bolsas fue positivo, aunque inferior al registrado en el periodo de diez años anterior. En todo caso, el 93% de los fondos europeos de renta variable estadounidense no consiguieron batir en rentabilidad al S&P 500 en un periodo de un año, mientras que el 99% no lo consiguió en un periodo de diez años.
En cuanto a las categorías de activos denominados en libras, los resultados son igual de desalentadores: los fondos gestionados que invertían activamente en renta variable británica fueron incapaces de batir a los índices de referencia en todas las categorías, por capitalización y en todos los horizontes analizados. Este mal comportamiento también es extensible a los fondos en libras que invirtieron en renta variable emergente, estadounidense e internacional, para todos los horizontes de inversión analizados.
Finalmente, el informe SPIVA Europe Scorecard observa que los fondos activos denominados en otras divisas europeas generaron un rendimiento inferior al del índice de referencia a cinco y diez años, aunque sí los batieron en los horizontes más cortos.