El contexto de altas valoraciones entre los grandes valores estadounidenses, la aprobación del paquete fiscal más ambicioso desde la época de Ronald Reagan y las crecientes tensiones comerciales son tres elementos que apuntan a un claro beneficiario para quienes sigan buscando exposición a EE.UU.: los pequeños valores estadounidenses, preferentemente aquellos con negocios expuestos a las dinámicas internas de la economía. Goldman Sachs AM ha lanzado un fondo de small caps estadounidense para ofrecer exposición a este nicho de mercado, el GSAM US Smaller Cap Equity Capabilities, pero con el matiz de que la apuesta no es táctica, sino estratégica: “Creemos que las small caps estadounidenses deberían ser una asignación para el largo plazo en una cartera de inversión”, declaran desde la firma.
Los expertos de la gestora subrayan tres puntos positivos de obtener exposición a esta clase de activos: que las small caps son el segmento con mayor potencial de retornos alcista en relación con el S&P 500, que aportan el beneficio de la diversificación respecto a las grandes capitalizadas estadounidenses, y que suponen un importante caladero para generar alfa, dado que esta parte del mercado es menos eficiente, al tener una cobertura inferior por parte de las casas de análisis. Sólo un dato: estadísticamente, hasta el 30% del universo de inversión está compuesto por compañías en pérdidas, lo que subraya la necesidad de hacer un stock picking correcto.
Es necesario aclarar que, cuando hablan de small caps estadounidenses, desde la gestora se refieren específicamente a las cotizadas del Russell 2500, que engloba compañías con capitalizaciones que van desde 8 a 19.000 millones de dólares. En cambio, al estar el S&P 500 compuesto por valores de entre 3.000 y 850.000 millones de dólares, el solapamiento entre ambas exposiciones es mínimo, del 11,5% según cálculos de la firma.
Sobre el fondo
El fondo va a contar con una cartera diversificada, de entre 150 y 200 valores, e invertirá en acciones que tendrán típicamente una capitalización media de entre 2.000 y 8.000 millones de dólares. El objetivo del equipo es que el mayor riesgo del fondo sea idiosincrático, por lo que conducen un análisis riguroso e independiente sobre cada compañía, frecuentemente con puntos de vista que son contrarios al mercado. El stock picking se centra en compañías cuyas cotizaciones hayan sufrido un castigo injusto por parte del mercado basándose en noticias con impacto en el corto plazo, ya sea por infravalorar su modelo de negocio o por subestimar signos de que puedan mejorar su valor futuro.
Además de fijarse en las valoraciones, el equipo presta atención a los valores cuyos negocios tengan elementos de calidad, como que dispongan de balances fuertes o con capacidad de mejorar (en función de la evolución de sus flujos de caja libre y sus ROE), que cuenten con ventajas competitivas sostenibles o emergentes, que dispongan de equipos directivos con políticas favorables a los accionistas y que presenten catalizadores para un cambio positivo.
Después, se asignan precios objetivos ponderados por probabilidad en función de varios escenarios de riesgo para determinar las exposiciones en cartera. Los valores seleccionados finalmente para la cartera deben reflejar las más altas convicciones del equipo gestor.
Cabe recordar que Goldman Sachs AM ya cuenta con un amplio equipo de expertos al cargo de otros fondos que invierten en el segmento, que suman un volumen de más de 10.000 millones de dólares en activos bajo gestión distribuidos entre estrategias de small caps con sesgo value y pequeñas y medianas capitalizadas. De hecho, el equipo gestor – compuesto por siete gestores con más de 21 años de experiencia media- será el mismo que se responsabiliza de la gestión del GSAM US Small Cap Value Strategy, un fondo con un track record de casi 20 años y que ha sido capaz de generar un exceso de retorno bruto de 332 puntos básicos desde 2003 (201 puntos básicos brutos en el anualizado desde su lanzamiento).
