Guía para que el inversor pueda pisar suelo firme en el mundo de la sostenibilidad

Monedas planta
Monedas planta

La inversión con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) está cogiendo mucha velocidad en Europa. Según datos de Morningstar, en 2021 la mitad de las entradas netas registradas por la industria se han ido a fondos sostenibles. Es una tendencia que se explica fundamentalmente por la fuerza que está adquiriendo esta filosofía de inversión en el norte y centro de Europa. "En Alemania, Francia u Holanda, si no puedes demostrar que tus productos son sostenibles es más difícil que capten dinero. Es un mensaje alto y claro para las gestoras”, advierte Philip Kalus, consejero delegado de Accelerando Associates.

Por ahora los números son los siguientes: a mediados de 2021, había en Europa 3,3 billones de euros en fondos ASG. Esto supone un tercio de los activos que gestiona la industria en Europa. En esa fecha eran exactamente 5.288 los productos sostenibles (aquellos englobados dentro de los artículos 8 y 9 de la SFDR). Son datos de la consultora PwC, que augura que dentro de cuatro años el patrimonio en estas estrategias rondará los 7,6 billones, esto es, el 57% del volumen que gestiona el sector. “Es, de lejos, el cambio más importante que he visto en la industria en mis 35 años de trayectoria profesional”, reconoce Guy Henriques, directivo en Capital Group.

En líneas generales, se puede afirmar que Europa es líder mundial en ASG. Representa actualmente el 82% de los activos en fondos sostenibles a nivel global, seguido de Estados Unidos, que tiene el 14% de cuota. Además, la mayoría de los estudios que han analizado la integración y la credibilidad de los factores ASG demuestran un claro liderazgo de los gestores de activos europeos frente a sus homólogos estadounidenses gracias a que llevan implementando esta filosofía desde hace mucho más tiempo. Sin embargo, muchos gestoras estadounidenses se están tomando muy en serio esta cuestión y se están poniendo al día a un ritmo rápido.

Para el partícipe que quiere adherirse a esta filosofía de inversión y confiar su dinero a una estrategia sostenible, el problema está en que hoy casi todo el mundo dice aplicar estos criterios. Y esto no siempre es verdad. Para el consejero delegado de Accelerando Associates, existe un riesgo muy serio de greenwashing. “En realidad, este riesgo siempre ha estado ahí, pero ahora, con todos los gestores de activos que se han subido al tren de la ASG, ha aumentado”, alerta.

De acuerdo con el consultor, probablemente muchas entidades han sido demasiado insistentes a la hora de contar su supuesta experiencia en ASG. "En estos momentos, tras la crisis reputacional que han sufrido algunas gestoras tras haber sido acusadas de exagerar las metodologías de análisis aplicadas, están siendo más cautas y revisan todo tipo de documentos y mensajes que están trasladando al cliente en materia ASG. En algunas casas, incluso, hay cierto pánico con este tema”. No quieren ser señaladas con el dedo, como le ocurrió a DWS cuando fue acusada de greenwashing por un ex empleado y la SEC inició una investigación.

La entrada en vigor de la SFDR ha puesto negro sobre blanco sobre esta cuestión. Y lo ha hecho gracias a unas clasificaciones que identifican a aquellos productos que, de verdad, siguen una filosofía sostenible. Para que un fondo sea artículo 8 debe promover iniciativas sociales y ambientales, además de perseguir los objetivos de resultados tradicionales. Esto significa que, pese a no contar con un objetivo sostenible específico o definido, el fondo promueve la ASG. No vale solo con afirmarlo. Las gestoras deben explicar de forma detallada, tanto a través de la documentación precontractual como de informes periódicos, cómo integran estas características de sostenibilidad en sus estrategias.

Y, ¿quiénes son referencia en este ámbito? En un informe titulado La oportunidad de crecimiento del siglo: mapa de fondos ASG, PwC expone cuál es la fotografía exacta de las entidades más relevantes en este campo. Por ahora, Amundi es la entidad que tiene un mayor volumen de activos gestionados en artículo 8. En total, 255.000 millones de euros. Le siguen BlackRock (228.000 millones), BNP Paribas AM (172.600), Swedbank (139.500), Nordea AM (129.300), Allianz Global Investors y J.P.Morgan AM, con algo más de 112.000 millones, respectivamente.

Si lo que se analiza son las gestoras con más fondos en artículo 8, Amundi vuelve a liderar el ranking, con 265 productos. En las primeras posiciones también aparecen BNP Paribas AM y Nordea AM, con 231 y 162 productos, respectivamente, seguidas de Eurizon Capital (135), NN IP (125), Allianz Global Investors (123) y BlackRock (102). Por número de fondos, hoy por hoy éstas son las firmas de referencia.

El artículo 9 va un paso más allá. "Mientras que los productos incluidos en el Artículo 8 se pueden interpretar como productos que integran consideraciones relacionadas con la sostenibilidad como el medio, los fondos incluidos en el Artículo 9 se distinguen mediante la definición de un objetivo de inversión sostenible explícito aplicable al producto, es decir, el resultado", explican desde Candriam.

Esto significa que el objetivo sostenible es la razón de ser del fondo y la gestora debe demostrar qué es lo que hace para conseguirlo. "Los productos financieros clasificados incluidos en el Artículo 9 por parte de su fabricante o su promotor deben explicar cuáles son sus objetivos de inversión, y también cómo pretenden conseguir esos resultados, además de cómo los medirán", destacan desde la entidad.

En consecuencia, los fondos englobados en este artículo deben estimar el impacto de las inversiones, obligando a la entidad a demostrar qué es lo que hace para conseguirlo. Pictet AM es la gestora que, por ahora, cuenta con más activos en artículo 9 (29.300 millones). Tras ella se posicionan Candriam (18.800), Robeco (15.300), NN IP (15.100), AXA IM (14.900), BlackRock (14.300), Amundi (13.800) y Mirova, filial de Natixis IM, con 12.400 millones. No obstante, es importante reseñar que, sumado el patrimonio de los fondos de Amundi con los de CPR Asset Management, filial que pertenece 100% a la entidad, Amundi se situaría segunda en el ranking, con 26.200 millones.

Por número de fondos, quien lidera el ranking es Candriam, con 33 productos, seguida de AXA IM (32), NN IP (28) y Amundi (21). No obstante, al igual que ocurre a nivel de activos, es importante reseñar que, sumados esos 21 productos de Amundi a los 15 de CPR Asset Management, filial independiente perteneciente a Amundi, la firma francesa lideraría la clasificación, con 36 estrategias.

Aunque cuando se habla de ASG el inversor tiende a pensar en gestión activa, es interesante reseñar que la gestión pasiva también se está haciendo un hueco. En este sentido, de los 1.511 ETF que se comercializan en Europa, el 17,5% ya son artículo 8 o 9. En los primeros hay 228 productos, frente a los 36 en los segundos. A nivel patrimonial, uno de cada diez euros invertidos en fondos cotizados está en estrategias que son artículo 8 o 9.

En lo que respecta al primer grupo, actualmente los ETF más grandes del mercado son una estrategia de bolsa americana de iShares, un producto de renta fija corporativa estadounidense de State Street y otros dos productos ASG de la plataforma de ETF de BlackRock que replican el MSCI World y el MSCI Europe. En cuanto a los fondos cotizados encasillados dentro del artículo 9, la fotografía es muy distinta. Los productos de mayor tamaño corresponden a BNP Paribas AM, Lyxor y Deka Investments.

A medida que vaya evolucionando la regulación, también lo irá haciendo la industria. Pero, no se engañe. Por ahora, la mejor guía para saber lo que es ASG y lo que no sigue siendo lo que dicta el reglamento. En una industria donde el marketing juega un papel muy importante, es la mejor forma de separar la paja del trigo.