¿Hay que creerse la nueva amenaza de Trump a China? Los expertos piden calma antes de hacer movimientos en cartera

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El presidente de EEUU, Donald Trump, volvió el domingo a utilizar su red social de referencia, Twitter, para poner nervioso a un mercado que está buscando excusas para recoger si no todos sí parte de los beneficios que ha obtenido en esta primera parte del año. En concreto, lo que anunció Trump es su intención de aumentar  a partir de este viernes del 10 al 25% los aranceles que aplican a unos 200.000 millones de dólares de productos chinos y su idea de incrementar también los aranceles que se aplican al resto de importaciones chinas (unos 325.000 millones de dólares). Y lo hizo a apenas tres días de que tenga lugar en Washington la visita del viceprimer ministro chino Liu He, que de momento se mantiene para este miércoles, para tratar precisamente las negociaciones en torno a un acuerdo comercial entre las dos grandes potencias económicas del mundo.

La reacción del mercado no se hizo esperar y la bolsa china inició la semana con caídas superiores al 6%, al tiempo que contagiaba primero a las plazas europeas, que despidieron la sesión con caídas de en torno al 2%, y después a Wall Street, que también cerró la sesión con pérdidas no vistas en mucho tiempo.

Al fin y al cabo, según apunta Aninda Mitra, analista senior de deuda soberana de BNY Mellon Investment Management, “un arancel del 25% sobre la totalidad de las importaciones chinas (más de 500,000 millones de dólares) y sobre más de 100,000 millones de dólares de exportaciones estadounidenses a China tendría un impacto significativo. Según las estimaciones del FMI, podría costarle a China aproximadamente un 1,3% de su PIB general y a EEUU, hasta un 0,3%”. Recortes estos que se producirán en un contexto de descaleración económica más o menos sincronizada y de ahí el nerviosismo del mercado.

La duda está ahora en si esos tuits de Trump iban en serio o respondían más a un farol dentro de la negociación que llevan a cabo ambos países. Y ahí las gestoras se muestran más partidarias de la segunda opción que de la primera, lo que explica que esas abruptas caídas que se vieron el lunes no se repitieran, al menos no con la misma virulencia, en la sesión del martes (de hecho, la bolsa china hasta repuntó tras anunciar el Banco Popular de China nuevas medidas de liquidez). “Trump está utilizando tácticas de negociación duras contra China aumentado la presión sobre el país asiático con la amenaza de imponer aranceles significativamente más altos a finales de esta semana. Es normal que las negociaciones se compliquen en esta fase final, sin embargo dudamos de que esta estrategia vaya a funcionar con China”, afirma Michael Blümke, gestor senior de Ethenea Independent Investors.

Eso sí, más allá de en que queden esas negociaciones, lo que está claro es que los inversores deben prepararse para periodos de una mayor volatilidad.  “Cabe la posibilidad de que esto sea una estrategia negociadora de Trump, pero al menos, debería servir para recordar que es prematura dar el acuerdo por hecho y que ese riesgo que lastró a los mercados de manera significativa el año pasado, no se ha eliminado por completo”, afirma Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada.

Una prueba de que ese riesgo, aunque un tanto dormido en los últimos meses, no ha desaparecido es que sigue siendo una de las grandes amenazas que a corto plazo observan los gestores de fondos. De hecho, con la excepción del mes de marzo, es el primer riesgo que han contemplado en cada uno de los meses que han pasado de 2019.

Sin embargo, la duda está en si este nuevo giro en la guerra comercial que mantienen EEUU y China pero que salpica al resto al mundo es suficiente como para empezar a reducir riesgo en las carteras. Y ahí, los expertos coinciden en señalar en que es necesario esperar a ver como discurren las negociaciones durante esta semana antes de valorar esa posibilidad, sobre todo cuando se tiene un perfil de largo plazo. “A corto plazo sí se podría ver a las acciones de EEUU perder cerca de un 5% y a las chinas, un 10%. De todos modos, un acuerdo podría revertir esas pérdidas de una manera muy rápida”, afirma Yves Bonzon, CIO de Julius Bär. Hyomi Jie, gestor del fondo Fidelity Funds China Consumer Fund, considera incluso que estos picos de volatilidad  son "oportunidades de compra potenciales" sobre todo si China mantiene su ritmo de crecimiento y su importancia a nivel internacional. "He ido reforzando posiciones en valores que ofrecen recorrido a largo plazo y un sólido valor de marca a precios inferiores a su valor intrínseco”, afirma el gestor.

Otro asunto es que el resto de los riesgos que hay ahora en el mercado aguanten sin demasiado sobresalto. Uno de los mayores es que los resultados empresariales que se están publicando estos días defrauden a un mercado que los necesita para seguir subiendo, por no mencionar el impacto que las elecciones europeas puedan generar o el culebrón del Brexit.