Había sucedido 17 veces ya, pero sigue resultando impactante que el Gobierno de la primera potencia económica del mundo cierre. Los congresistas republicanos rehusaron por tres veces someter a votación la iniciativa que representaba el último intento de la Casa Blanca por evitarlo.
Así, 800.000 empleados públicos entran en un periodo de incertidumbre, con vacaciones obligadas y sin sueldo. Y muchos servicios públicos quedan en el aire. La Estatua de la Libertad, por ejemplo, no estará abierta al público, como muchos otros servicios no básicos. El último precedente ocurrió en diciembre de 1995 durante tres semanas, con el Gobierno de Bill Clinton.
El acuerdo entre ambas partes es previsible tras el pertinente tira y afloja político, aunque es la antesala de la negociación por el techo de deuda, que “probablemente aprobarán a última hora como hace dos años”, señala Juan de Dios Iragüen, gestor de renta variable internacional de CorpBanca.
Esta situación acaece en Estados Unidos cuando la economía está en plena fase de recuperación, pero en un momento de incertidumbre política ante la negociación para el acuerdo de volver a incrementar el techo de deuda y la nueva reunión de la Reserva Federal y su posible retirada del estímulo monetario. Desde BlackRock, el Chief Investment Strategist, Russ Koesterich, opina que “el cierre del Gobierno es temporal y probablemente sólo haga leves abolladuras en el crecimiento del cuarto trimestre. La falta de acuerdo sobre el aumento del techo de deuda en las próximas semanas podría ser muy perjudicial para su economía y para todo el sistema financiero mundial”.
Este proceso político podría tener efectos en la renta variable, que venía siendo uno de los activos más atractivos para los inversionistas. "Hay que esperar más volatilidad en el corto plazo ya que los riesgos potenciales aún no está totalmente descontados en los precios de las acciones", señala Koesterich.
En la misma línea se posiciona Magdalena Bernat, manager del Security Index Fund US I EUR, el fondo más rentable en 2013 con más de un 29%, según datos de Morningstar. “Lo que hay ahora es ruido, volatilidad por el cierre y sobre todo por la negociación para aumentar el límite de deuda. Pero las direcciones económicas del país apuntan súper bien. La incertidumbre es momentánea, así que no esperamos una caída importante en Wall Street”, afirma.
Para Bernat, es un activo que merece la pena que los inversionistas lo tengan en cuenta: “Los fondos mutuos de renta variable estadounidense han tenido una rentabilidad muy alta que ya ha sido incorporada, y ahora no es tan alto el potencial. Pero es una buena inversión para un portafolio exponerse a Estados Unidos y al dólar”, concluye.