¿Hay vida corporativa después del Euro?

Lo primero que tenemos que establecer es la definición de una ruptura del Euro. Ésta puede darse en varias maneras o formas. Hemos analizado los siguientes escenarios: 1) Uno o más países de la periferia abandonan el Euro para volver a su antigua moneda nacional y los demás países continúan con el Euro, 2) uno o más países centrales (Alemania, Países Bajos , etc.) abandonan el Euro y el resto de países continúan con el Euro, ó 3) el Euro deja de existir por completo y todos los países regresan a su antigua moneda nacional. Son varios los efectos si la ruptura del Euro se da en alguna de las formas identificadas anteriormente. El nivel del impacto en el mercado de bonos corporativos puede ser variopinto. Destacamos algunas de las implicaciones más importantes.

En nuestra opinión, uno de los mayores cambios tras una ruptura del Euro sería un cambio radical en el panorama competitivo en el que las empresas de los países centrales serían las grandes perdedoras. La competitividad de estas empresas se debilitaría significativamente en la medida en que la divisa de los países periféricos sería mucho más débil que la de los países centrales. Por este motivo, los costes de las empresas periféricas serían mucho más interesantes que el de las empresas de los países centrales. Esto tendría graves repercusiones para los mercados de exportación. Los esfuerzos de las empresas alemanas por mejorar su posición competitiva podrían desplomarse de la noche a la mañana, perjudicando gravemente a la economía alemana doméstica, acarreando una profunda recesión que dispararía la tasa de desempleo.

Otra consecuencia inmediata sería la situación poco clara con respecto a la denominación de la deuda pendiente de las empresas en los países con cambio de divisa. ¿Esta deuda seguiría denominada en euros (en caso de que el Euro siguiera existiendo), o se redenominaría a la moneda local? En el caso en que siguiera denominada en euros, una empresa de un país periférico que cambiara a su moneda local se enfrentaría a una deuda mucho mayor dada la más que probable debilidad de su moneda en comparación con el Euro. Esto podría traducirse en insolvencia de muchas de estas empresas. Por otra parte, este fenómeno sería una posible fuente de ganancias para las empresas en los países centrales. En caso de que el Euro dejara de existir por completo, entraríamos en un terreno muy incierto, donde la deuda denominada en euros podría convertirse al 100% a la moneda local o convertirse en una cesta de monedas locales que reflejaran a composición del Euro. Este escenario no se contempla en la documentación legal de los bonos.

Desde la perspectiva de la financiación empresarial, la ruptura del Euro es probable que debilite aún más la disponibilidad de crédito. Los bancos de los países centrales que abandonen el Euro verán una disminución en el valor de sus activos denominados en euros frente al valor de los depósitos de sus clientes que para entonces se habrán redenominado a una moneda local más fuerte. Esto podría significar una mayor necesidad de recapitalización.

El impacto en la renta variable y la deuda será enorme. Obviamente habrá mucha volatilidad en el período anterior e inmediatamente después de la ruptura del Euro. Pero también es probable que lo que veamos después de que los mercados se hagan con la nueva realidad, no nos guste. Será como volver a la fragmentación de los mercados pre-Euro, donde los inversores locales compraban activos denominados en divisa local. Esto reduciría drásticamente la flexibilidad financiera de las empresas, empeorando la difícil situación competitiva y la contracción del crédito bancario.

Viendo las consecuencias de una ruptura del Euro, está claro que el efecto para las empresas será bastante devastador, más allá si cabe, de lo que se pueda imaginar. ¿Hay vida corporativa después del Euro? La respuesta es sí, ¡pero no como lo conocemos! El rescate de la periferia puede ser costoso y muy difícil de explicar al público, pero la alternativa podría ser peor; con una profunda recesión y elevadas tasas de desempleo sin precedentes en toda Europa, a causa del colapso de las empresa. Esperamos que los legisladores tomen la decisión correcta y sigamos con el Euro, y espero que sean capaces de explicar el impacto de la alternativa a sus electores para obtener el apoyo necesario para tomar esas difíciles decisiones.