Henderson: El verano de España

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El verano 2012 es el verano de España, y lamentablemente no estamos hablando de fútbol. El mercado de bonos del gobierno español está mostrando dificultades, con rendimientos de los bonos a 10 años que han negociado muy por encima del 7%, un panorama similar al de Italia en 2011. La razón es clara. Una burbuja inmobiliaria, excesivo endeudamiento regional y un sistema bancario hecho añicos han llevado a los inversionistas a preguntarse si los balances del Estado son lo suficientemente sólidos para soportar la carga. Si se sigue el modelo irlandés, en el que los tenedores de bonos de bancos recibieron el pago del gobierno que, a su vez, debió recurrir a un rescate, la respuesta es, a todas luces, no. Sin embargo, los responsables de la formulación de políticas en Europa parecen haber aprendido de este error y actualmente se debate intensamente qué magnitud debe tener quítale recorte que deba hacerse a los tenedores de muchos bonos de bancos españoles. El atractivo de esto es evidente para nosotros. Los proveedores de capital a los bancos deben absorber las pérdidas cuando quiebran esos bancos. No puede esperarse que el peso siga recayendo en los contribuyentes, que ya están pagando suficiente. El vínculo entre banco y Estado se rompe por el simple hecho de que nunca se ha hecho. Y a los políticos les da la oportunidad de atribuirse una victoria sobre algunos de los arquitectos del caos actual. Personalmente, no estoy de acuerdo con este último punto, pero todos sabemos cómo funciona el mundo de la política.

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