Con este producto renovado, la gestora busca dirigirse a un perfil de inversor moderado que busque una rentabilidad superior con la renta fija senior y que no quiera asumir el riesgo de la renta variable.
Imantia Capital reacciona ante la dificultad de obtener rentabilidades positivas en renta fija a largo plazo. La gestora ha notificado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que modifica la política de inversión y el nombre del Imantia Fontesoro a Largo Plazo, que a partir de ahora se denominará Imantia Deuda Subordinada.
Con este nuevo fondo, afirma la entidad, quieren dirigirse a “un perfil de inversor moderado que busque una rentabilidad superior con la renta fija senior, pero que por otro lado no quiera asumir el riesgo de la renta variable con la volatilidad que este tipo de inversión implica”.
Este fondo, cuya gestión tomará como referencia la rentabilidad del índice BofA Merrill Lynch Euro Subordinated Financial Index (60%), BofA Merrill Lynch Euro Non-Financial Subordinated Index (30%) y Euribor 3 meses (10%), invertirá al menos la mitad de la cartera en deuda subordinada (con preferencia de cobro posterior a los acreedores comunes) de entidades financieras (Tier1, Additional Tier1, Tier2...) y no financieras.
Asimismo, podrá mantener entre un 0%-70% de la exposición en deuda subordinada en bonos contingentes convertibles. “La renta variable, que será únicamente la derivada de la conversión, no superará el 20% de la exposición total”, especifican.
La parte no expuesta a los activos anteriores, indican, podrá invertirse en renta fija pública y privada sin rating predeterminado, dándose la posibilidad de que el 100% de la cartera esté en renta fija de baja calidad crediticia (BBB-).
A diferencia de su predecesor, focalizado en deuda española, este nuevo fondo no tendrá predeterminación en cuanto a la distribución geográfica y sectorial de los emisores y mercados (incluidos emergentes), aunque los emisores serán principalmente europeos y las emisiones mayoritariamente cotizadas en países de la OCDE.
Finalmente, se calcula que la duración media de la cartera será inferior a los ocho años. Por otro lado, se determina que la inversión se realizará en directo o a través de otras instituciones de inversión colectiva.
Para acceder al producto se exige un mínimo de inversión de 300 euros y su comisión de gestión y depositaria asciende al 1,3%. Además, cuenta con una comisión por resultados del 9% en el caso de que la rentabilidad anual obtenida esté un 2,5% por encima del Euribor a 12 meses.