Indicadores actualizados para estar al tanto de cómo está evolucionando China tras el fin de la política del Covid cero

China
Foto: Annie Spratt, Unsplash

Las perspectivas son decididamente mejores para China tras el giro dado por el Gobierno de Xi Jinping a finales del año pasado hacia la política de Covid cero. Los primeros indicios de los datos de alta frecuencia y las encuestas PMI de enero apuntan a un sólido repunte de la actividad del sector servicios. En cambio, el impacto positivo en el sector manufacturero se ha visto limitado por la debilidad de la demanda externa, mientras que las transacciones inmobiliarias sólo han avanzado con dificultad tras una cierta mejora inicial. Es probable que esto marque el camino hacia la recuperación.

En DWS, anticipan un fuerte rebote en 2023, liderado por el consumo y los servicios, similar al que vivieron otras economías tras el fin de las restricciones ligadas al Covid. “Al fin y al cabo, es el sector servicios chino el que realmente se ha visto lastrado por la política Covid cero en los dos últimos años, a medida que las restricciones frenaban los viajes. El gasto de revancha en servicios se ha observado en la mayoría de las economías del mundo que han dejado atrás las medidas para contener la propagación del Covid y es probable que China experimente la misma liberación de la demanda reprimida de los consumidores”, indica David Rees, economista senior de mercados emergentes en Schroders.

Según el Banco Popular de China, los precavidos trabajadores chinos ahorraron alrededor de 2,6 billones de dólares en 2022. “Eso es mucho, incluso teniendo en cuenta que los ciudadanos del país tienen tradicionalmente una gran propensión al ahorro. Una vez liberados de las políticas de confinamiento, muchos hogares estarán dispuestos a abrir sus billeteras”, subrayan desde abrnd. Según las estimaciones de la entidad, el gasto de los ahorros atesorados durante este tiempo podría impulsar el consumo entre un 14% y un 20% este año.

En general, las gestoras consideran que a las empresas expuestas a este desembolso les espera un próspero 2023. Esto también debería tener un efecto en cadena positivo para el empleo y la economía. “Xi Jinping cumplirá con creces los objetivos políticos que se fije. En los últimos años, esto ha significado el mantenimiento de las políticas de cero-COVID-19 y hacer frente a los excesos que percibíamos en los sectores inmobiliario y de plataformas tecnológicas/internet. Ahora, implica restablecer una base sólida para el crecimiento chino”, afirman desde UBS AM.

Según los expertos de la firma suiza, los cambios en la política de crecimiento de China están dando sus frutos. De acuerdo con sus estimaciones, es probable que los datos económicos oficiales tarden algún tiempo en confirmar la solidez de la recuperación china, debido a su carácter rezagado, aunque algunos indicadores ya sugieren que la reapertura económica definitiva está en marcha. “El tráfico por carretera se encuentra en niveles no registrados desde septiembre de 2021”. Otras métricas, que sirven para medir la intensidad de los desplazamientos dentro de las ciudades chinas, reflejan una situación parecida.

En este contexto, desde la firma suiza aseguran que seguirán vigilando de cerca una serie de indicadores, como la movilidad en China (utilización del coche, el metro y los vuelos), el gasto de los consumidores, los datos de empleo y las importaciones de petróleo, para confirmar que su recuperación económica sigue ganando tracción. “Lo que nos han enseñado las economías desarrolladas en 2021 es que los mercados pueden subestimar sistemáticamente el impulso generado por el proceso de reapertura. En nuestra opinión, se vuelve a cometer ese error con respecto a China”.

Por ahora, las estimaciones de beneficios futuros a 12 meses para las acciones chinas están cerca de los niveles alcanzados en sus mínimos de 2020. Lo mismo ocurre con las ratios precio/beneficios. “Existe un amplio margen para que la renta variable china registre unos beneficios sorprendentemente sólidos y vuelva a cotizar al alza, en línea con los valores de los mercados emergentes en general. Además, las valoraciones de las acciones estadounidenses, que están excesivamente caras, deberían estrecharse para acercarse a las de las acciones de los mercados emergentes, en un contexto de tipos elevados y beneficios en la dirección contraria”, concluyen.