Inflación: nuevo producto Made in China

El alza de precios en los mercados emergentes ha alimentado el miedo global a la inflación. China es particularmente preocupante. La inflación tocó un techo de tres años en junio en el 6,4%, impulsada por el precio de los alimentos, los combustibles y los salarios. Los precios de las exportaciones chinas también van al alza. Parecería que China, el primer exportador mundial, hubiera entrado en negocio de exportar inflación.

La cuota de China en el comercio internacional global ha pasado del 3% al 9% en los últimos 15 años. Esta posición dominante se debe a una fuerza laboral históricamente amplia y barata, a su divisa infravalorada y a políticas gubernamentales a favor del crecimiento económico. Estas ventajas han permitido que China se convierta en la fábrica a bajo costa de numerosas compañías de todo el mundo.

Precisamente esto puede provocar que la inflación en China y los crecientes precios de los bienes que exporta acabe afectando a los bolsillos de consumidores de todo el mundo, tanto si compran ropa, como autos, computadoras o televisores de plasma.

Escasez de mano de obra e inflación creciente en mercados emergentes

El origen de la inflación en China esta cambiando. Hasta hace poco, su tasa de inflación estaba causada principalmente por la subida en el precio de los alimentos, que provocaba demandas salariales más altas. Ahora entran en juego factores estructurales. La política de un solo hijo iniciada en la década de los setenta ha mermado el tamaño de la fuerza laboral china. Señal de esto son los crecientes episodios de protestas y huelgas entre los trabajadores industriales del país.

China no esta sola. Otros mercados emergentes, como Brasil, Rusia e India (los BRIC) también están experimentando inflación y escasez de mano de obra. En conjunto se estima una tasa de inflación del 5,0% para los mercados emergentes en 2011.

Los precios al alza son solo parte del puzzle: el efecto de las monedas es más importante

A pesar de esta evidencia, creo prematuro preocuparse por la inflación en la eurozona. En primer luhar, hay alternativas a China y los restantes países BRIC como origen de mano de obra barata. Por ejemplo, si las reivindicaciones laborales de los trabajadores chinos hacen que China ya no un lugar barato para producir, las manufactureras buscarán alternativas. Viernam, Camboya y –en el futuro- África, están todas en cola para tomar su lugar.

Sin embargo, dado el tamaño de las exportaciones chinas, es imposible que la producción se traslade con mucha rapidez. Parece inevitable que parte de estas presiones inflacionistas salpiquen fuera de China. En qué medida, dependerá de la evolución de los tipos de cambio. El cambio de cada moneda con el yuan puede enmudecer o exagerar el impacto de la inflación de las exportaciones chinas en sus consumidores.

Los tipos cambiarios juegan un papel importante en el precio de los bienes de países emergentes

Echemos un vistazo a la evolución reciente del yuan. Aproximadamente hace un año, el gobierno chino se plegó a la presión norteamericana y permitió que el yuan fluctuara con más libertad contra las demás monedas. Desde entonces, el yuan se ha apreciado contra el dólar. La combinación de mayor inflación en China y la apreciación del yuan significa, en conjunto, productos chinos más caros para el consumidor de Estados Unidos

¿Y en Europa? En lugar de apreciarse, en el último año el yuan se ha depreciado en torno al 10% contra el euro. Esto significa que a pesar del incremento en los precios de bienes exportados por China en 2010 y 2011, el efecto sobre los consumidores de la eurozona se ha visto neutralizado por la fortaleza del euro. Como muestra el siguiente gráfico, el yuan se ha depreciado contra otras monedas europeas como el franco suizo, la corona noruega y la sueca.

Tipo de cambio del yuan durante los pasados 12 meses

Fuente: Bloomberg, Robeco

Fortaleza del euro versus debilidad del dólar

Por supuesto, es imposible predecir si esta tendencia en las divisas continuará. Es interesante, sin embargo, que la situación del euro ha mejorado contra el yuan a pesar de la crisis de confianza sobre la estabilidad de la eurozona.

A mi modo de ver, esto sugiere que el futuro del euro es positivo, siempre que se resuelvan los problemas de deuda soberana de forma razonable. Claramente, lo contrario también es posible. Una quiebra fea periférica sería perjudicial para el euro. En todo caso en ese escenario la inflación china dejaría de ser preocupante. Habría problemas más acuciantes de los que ocuparse.

En resumen, parece que de momento Estados Unidos tiene que preocuparse más de importar inflación que la Eurozona. Combinando el alza en los precios de las exportaciones chinas con la debilidad del dólar frente al yuan, podríamos decir que el nuevo producto Made in China para Estados Unidos sí es la inflación.

Para leer el artículo original en inglés, pulse este link.