La interrelación entre tecnología y sostenibilidad es enorme, y en la actualidad es difícil separarlos. Almudena Mendaza (Generali Investments), María Jesús Martínez Pardell (CaixaBank AM) y José Cerón (Fonditel) debaten sobre cómo interaccionan ambos conceptos en un desayuno organizado por FundsPeople.
¿Invertir en tecnología de forma sostenible o invertir en tecnología para la sostenibilidad?
Es precisamente el head of Multi-Asset de Fonditel, José Cerón, quien pone sobre la mesa esa distinción entre invertir en tecnología de una manera sostenible e invertir en tecnología para la sostenibilidad. Explica que, de un lado, hay compañías que “directamente mejoran la sostenibilidad o algún aspecto de esta, como pueden ser nuevas tecnologías para la depuración del agua, detección de terremotos, reciclaje, etc.” y, de otro, “tecnología que no tiene una relación tan directa, pero que ayuda a que la productividad mejore, y esto favorece a la liberación de recursos para que puedan focalizarse en otras áreas, a la mejora del cambio climático o a la consecución de un impacto positivo en la sociedad”.
En el caso del primer enfoque, como gestora analiza los diferentes factores ESG y le da un peso diferente a cada uno. Para Fonditel, como parte del grupo Telefónica, todo lo que impacta en la sostenibilidad desde el punto de vista tecnológico es muy importante, incluido aquello que afecte a RRHH, “que la gestión se haga de forma ética, social”, aclara. Ciertamente, considera que este enfoque se puede aplicar a todas las industrias, y “aquí la discusión es qué metodología utilizas, porque no hay un criterio uniforme”, añade señalando que ya se han producido casos de fondos artículo 9 que se han recategorizado como artículo 8.
Dada esta falta de estandarización, a su juicio “lo importante es en cómo haces la selección de empresas, en qué te fijas”. En este punto, el head of Multi-Asset de Fonditel destaca la relevancia de tener marcados unos KPIs.
1/3Para Sycomore AM el debate se resuelve a partir de un marco de inversión de tres dimensiones: compañías que desarrollan tecnología, empresas sostenibles per se y negocios que en el futuro pueden aportar algo. Con esta clasificación, la gestora propiedad de Generali Investments crea un universo de inversión que va más allá del análisis extra financiero.
Su head of Sales Iberia, Almudena Mendaza, explica que la entidad lleva a cabo una valoración tradicional de las compañías, las cuales se categorizan en uno de los tres ámbitos y, a partir de ahí se hace el análisis ESG. Afirma que, en empresas tecnológicas, la parte de sostenibilidad, sin duda, tiene un impacto en su valoración y que, hoy por hoy, “no hay ninguna compañía que se valore solamente la parte financiera”.
Explica que el valor añadido de Sycomore es el de “crear un marco muy granular con el que puedes llegar a la aplicación de tecnologías sostenibles”. Es decir, un “análisis implícito de la parte financiera y extra financiero ESG para construir un universo, en el que, además, hay una parte de valentía por parte de la gestora en lo que se refiere al engagement”.
Para entenderlo, cita como ejemplos de grandes tecnológicas que, por la parte financiera, son buenas inversiones, pero que “no son coherentes con lo que Sycomore considera que es bueno para la sociedad” y, en consecuencia, no están en las carteras de la gestora. Es el caso de Apple, por la contratación de proveedores que no tratan bien a sus trabajadores, o Netflix, por prácticas para generar adicción a sus series. “El desarrollo sostenible de una compañía tecnológica tiene que pasar también por un beneficio a la sociedad o por no causarle un perjuicio”.
2/3Para María Jesús Martínez Pardell, portfolio manager en Equities de CaixaBank Asset Management, “la tecnología es un sector clave para la sostenibilidad y, sobre todo, para impulsar los criterios ASG”. A la hora de seleccionar empresas a incorporar en las carteras se integra tanto el análisis fundamental como el medioambiental, social y gobierno corporativo.
En su opinión, el sector de la tecnología es muy “heterogéneo” y con “muchísima capilaridad”, donde lo crucial es cómo las nuevas innovaciones interactúan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible a cumplir para 2030, lo que requiere de mucha inversión por parte de las empresas.
En su opinión, la vinculación entre tecnología y sostenibilidad pasa por la Inteligencia Artificial. Este habilitador de la Industria 4.0 “va a ser una pieza clave para conseguir estos objetivos en todos los sectores y, sobre todo, porque un porcentaje importante de las ventas está muy ligado a lA”. Cita algunos ejemplos en el sector industrial y de infraestructuras en torno a las ciudades inteligentes y la necesidad de gestión de datos (tráfico, residuos, agua, detección de desastres naturales, etc.). Asimismo, ve “una integración muy fuerte en la investigación y desarrollo en los procesos productivos, para que sean más eficientes, con menos consumo energético”, utilizando otro habilitador, el Internet de las Cosas (IoT en sus siglas en inglés).
Por lo tanto, y con vistas en el largo plazo, la porfolio manager en Equities de CaixaBank AM afirma que, una vez que se normalizan las cifras económicas, “se observa que el comportamiento de este sector siempre resulta bastante positivo, incluso por encima del mercado”.
3/3