Jim O’Neill, sobre España: “Al menos, ahora todos los problemas están sobre la mesa”

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La buena sintonía que parece haber marcado la primera reunión entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el nuevo mandatario francés, Françoise Hollande, ha quedado ensombrecida por el lío que, en opinión del presidente de Goldman Sachs Asset Management, Jim O'Neill, se ha generado con respecto a España, país cuyo problema “es muy similar al de la burbuja inmobiliaria sufrida por Irlanda”. En este sentido, “dadas las consecuencias que tuvo para Dublín verse obligado a apoyar a su sistema financiero, obviamente España se mostrará reacia a hacer lo mismo”, dice.

En su tradicional carta semanal, el máximo responsable de la gestora estadounidense considera que el problema español radica en que no parece que exista solución a su crisis financiera que no pase por echar mano de los recursos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) o solicitar la ayuda del FMI. “Las esperanzas sobre una salida que fuese capaz de esquivar ambas alternativas se incrementaron a principios de la semana pasada ante la expectativa de lo que se acordase en el Consejo de Ministros del viernes, si bien parece que ésta no llegó”.

La situación, sin embargo, también tendría su parte buena. O’Neill considera que “al menos, ahora los problemas no se niegan y todos ellos han sido puestos encima de la mesa”. Tal y como predijo el presidente de Goldman Sachs AM, el resultado de las elecciones helenas está teniendo un impacto en los mercados más significativo que las francesas. Y es que, el dilema al que se enfrenta Grecia es crucial: ¿Permanecer en la UEM y cumplir con los compromisos alcanzados o volver al dracma y correr el riesgo de un colapso bancario masivo amén de otras consecuencias impredecibles?, indica.

En Francia, dado que no hay gran cantidad de información novedosa sobre los planes de Hollande, “el mercado, de alguna manera, los descuenta todos”. En opinión de O’Neill, a pesar de la retórica del que ya es nuevo inquilino del Palacio del Elíseo, “Francia no hará nada espectacular en contra del espíritu del Pacto Fiscal, a pesar de la insistencia en un plan complementario orientado a potenciar el crecimiento económico”. Por este motivo, “más allá de la reacción alemana al resultado de las elecciones galas, creo que el actual panorama político no arroja nada nuevo”, concluye.