Joe Biden acaba con el trumpismo: primeras reacciones de las gestoras

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Cuatro días es lo que ha tardado Joe Biden en dirigirse al pueblo americano como nuevo presidente de EE.UU. Lo hizo tras conocerse el recuento final de votos en Pennsylvania y Nevada, que fueron los que le permitieron superar la cifra mágica de los 270 votos electorales que necesita cualquier candidato antes de convertirse en presidente de EE.UU.  Biden pone fin así a cuatro años de Trumpismo y gobierno a golpe de tuit aunque ese punto y final de Trump aun no se ha escrito ya que de momento el aún no ha reconocido a Biden como nuevo presidente e insiste en fraude electoral.

En todo caso, la reacción de los mercados tras confirmarse Biden como presidente electo ha sido al alza ya que al fin del culebrón electoral se ha sumado la noticia de que la efectividad de la vacuna que prepara Pfizer contra el COVID-19 muestra una eficacia del 90%. Ambas noticias llevaron a los principales índices europeos se anotan alzas superiores al 5% . Pero, ¿qué implica la victoria de Biden para los mercados en el medio plazo? Ya este fin de semana repasábamos los sectores que salían ganando y perdiendo con la victoria de los demócratas y  ahora empiezan a llegar las primeras reacciones de las gestoras a la elección del nuevo presidente.

“En el lado positivo, muchos consideran que es probable que Biden dé prioridad a un importante estímulo fiscal adicional para ayudar a la economía a seguir recuperándose de la pronunciada caída causada por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, Biden también apoya los aumentos del impuesto de sociedades que se utilizarían para financiar algunos de los gastos adicionales. No es nada seguro que se promulguen dada la oposición republicana”, afirman desde T. Rowe Price. "Teniendo en cuenta que los casos de COVID-19 siguen aumentando y que el crecimiento económico de EE. UU. se está desacelerando, creemos que sí se aprobará un paquete de estímulos pero que será más pequeño con un Congreso dividido", afirma Shamik Dhar, economista jefe en BNY Mellon Investment Management.

De hecho, la clave ahora para poder dilucidar qué promesas de Biden en la campaña electoral podrán convertirse en una realidad o no está en ver cómo queda la configuración del Senado. “La cuestión principal después de la elección de Joe Biden no son los litigios que el equipo de Trump comenzará ahora, es más bien la mayoría en el Senado con la que el próximo Presidente tendrá que gobernar. Todavía hay un estrecho camino para que esta mayoría sea democrática, si una de las dos segunda vuelta de Georgia, el 5 de enero, es ganada por un demócrata, y se añade el voto del VP Kamala Harris, como Presidente del Senado. Pero incluso en este caso, el sesgo bastante conservador de algunos senadores demócratas sugiere que el programa económico más radical de la plataforma democrática podría ser difícil de llevar a cabo”, afirma Didier Saint George, miembro del comité de inversiones de Carmignac.

Y es que si el Senado queda en manos de los republicanos, implicaría tener un congreso dividido entre demócratas, con mayoría en la Cámara de Representantes, y republicanos, con mayoría en el Senado, o que se conoce como escenario de Goldilocks, y eso en teoría se traduce en mayores dificultades para poder aprobar el plan de estímulos adicionales que tanto reclaman los inversores. “El Líder de la Mayoría del Senado McConnell y la Presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi han hecho comentarios sobre el plan de estímulo, con expectativas que probablemente son vacilantes, dada la desconexión entre ambos lados, lo que podría reducir la probabilidad de un estímulo antes de fin de año. Creemos que es probable que el estímulo sea de alrededor de 1-1,5 billones de dólares de los EE.UU., pero no sabemos cuándo llegará”, afirma Esty Dweek, responsable de estrategia macro de Natixis IM.

"Por ahora, el mercado se centra en las posibilidades de un rápido empuje fiscal adicional y, de hecho, esto es crucial para las perspectivas económicas a corto plazo, pero más fundamentalmente, creemos que la capacidad de luchar contra el "estancamiento secular", que implica la reactivación de la productividad y la innovación, debería ser en última instancia el indicador adecuado para el éxito de la presidencia de Joe Biden en el ámbito económico”, apunta Gilles Moëc, economista jefe de Axa IM.