Juanjo González de Paz: “Hay valor añadido en ayudar a cumplir los objetivos de inversión y a controlar los riesgos”

Juanjo González (Natixis)
Foto cedida

Natixis Global AM fundó su primer Departamento de Análisis y Consultoría de Carteras (PRCG) en EE.UU. en 2010, con la intención original de dar soporte al mercado de asesores. Siete años más tarde, este departamento ha crecido y ha expandido sus servicios, haciéndolos extensivos a inversores institucionales. En Europa lleva en funcionamiento desde 2012. Se han analizado más de 700 carteras en Europa durante 2017, efectuando comparativas de fondos y analizando tendencias de inversión, que recoge en la publicación trimestral de un Barómetro de Carteras Mayoristas.

Juanjo González de Paz, consultor sénior de inversiones, defiende el valor añadido que aporta este servicio, que pretende ser objetivo e independiente: “Salvo algunos productos muy contados que estén al cargo de gestores estrella, al final la mayoría de los productos están empezando a ser una commodity y lo que importa es el producto se adecue a nuestra cartera. Realmente el valor añadido aparte de la gestión activa es también ayudar a que se cumplan los objetivos de inversión y a controlar los riesgos”. El experto aclara que el análisis de carteras de Natixis Global AM puede ayudar a detectar ineficiencias que hayan sido pasadas por alto. “Analizamos desde todos los puntos de vista posibles el riesgo de la cartera, con lo cual siempre sale algo. Puede ser que en términos de volatilidad la cartera está perfectamente alineada con su índice de referencia o con sus objetivos, pero que desentone en otras métricas, y es ahí donde ayudamos”, relata el consultor. Gracias a este análisis “se abre una conversación que es importante, porque ayuda a la generación de ideas para el cliente”. “Muchas veces lo más importante no es el estudio en sí, sino el abanico de nuevas posibilidades que abre al inversor”, concluye.

Gracias a las comparativas que realiza este Departamento, la gestora ha realizado algunos hallazgos interesantes. Por ejemplo, que los inversores con perfil conservador pueden tener activos muy distintos en cartera dependiendo del país de procedencia. “Un conservador en Reino Unido podría tener bastante más bolsa. En Italia han tenido una cuasi adicción a los BTP, que eran una fuente de rentabilidad sin tener que hacer grandes movimientos en cartera”, ejemplifica González. En cuanto a España, el consultor añade que “el inversor español es conservador cuando el mercado cae y agresivo cuando el mercado sube”.

Dicho esto, González realiza dos matices. Por una parte, declara que “hay muy buenos gestores en España, que tienen los riesgos controlados, y cuando vemos concentraciones a un determinado mercado es precisamente porque tienen mucha convicción”. Por otro lado, alaba que “se ha hecho muy buen trabajo en tratar de no desperfilar a los clientes, a pesar de que los mercados cada vez ofrecen menos potencial de rentabilidad”. Se refiere a que, frente a que el feedback que está recibiendo Natixis Global AM es que la renta variable es el activo con mayor potencial de retorno, los gestores han implementado esta visión, pero no más allá de lo recomendable de acuerdo a cada perfil de riesgo.

Otra fuente de información relevante es la comparativa entre las preocupaciones de los inversores institucionales, frente a los asesores financieros. En el primer caso está el ejemplo del incremento de la inquietud por el efecto divisa por parte de los institucionales británicos: “Está habiendo una tendencia a reducir el sesgo británico tanto en renta fija como en renta variable”, aclara el consultor.

En el caso de los asesores, el experto aclara que el número de carteras analizadas en España es inferior por tratarse de un mercado que no goza del mismo nivel de desarrollo en todos los mercados europeos. En cualquier caso, comenta que la mayor demanda de los asesores financieros es un análisis que les ayude a determinar qué sensibilidad a tipos de interés tienen sus carteras y de potenciales caídas en diferentes escenarios. 

Los resultados del Barómetro de Carteras Mayoristas del último trimestre de 2016 reflejaron con claridad esta preocupación por el rumbo de los tipos de interés: muchos inversores temieron que a elección de Donald Trump y sus políticas proteccionistas espoleasen a la economía estadounidense, obligando a la Reserva Federal a ser más agresiva. La reacción de muchos inversores fue rotar posiciones hacia fondos de renta fija flexible. “Cuando se tienen varios fondos de renta fija flexible en cartera, a veces el inversor no es capaz de determinar con exactitud qué sensibilidad tiene y a qué factores de riesgo, porque es una apuesta difusa para tratar de no ser direccional con una apuesta de renta fija pura”, explica González. En este caso, el análisis de la cartera sería un gran apoyo: “Ayudamos con nuestro proceso a simplificar mucho, ya que generamos distintos escenarios de estrés en los que se puede ver cómo se comportarían las carteras”.

Resultados del último Barómetro

Natixis Global AM acaba de publicar los resultados correspondientes al segundo trimestre de 2017 de su Barómetro de Carteras Mayoristas españolas. Se ha detectado una reducción de la exposición a renta variable en las carteras conservadora y moderada, no así en las agresivas. Los inversores han mostrado preocupación por lo elevado de las valoraciones en EE.UU., la región donde más han reducido su exposición a bolsa. En cambio, se ha incrementado la asignación a bolsa europea.

Si bien las anteriores ediciones del Barómetro han reflejado un viraje hacia renta fija flexible global o activos alternativos para reducir la exposición a renta fija tradicional, en el segundo trimestre de 2017 se constató un incremento del peso de la deuda convertible, aunque siga sin ser una inversión dominante en las carteras.

El departamento de análisis ha recibido numerosas consultas sobre el cambio de discurso del BCE durante el segundo trimestre, aunque no se han traducido en un cambio de posicionamiento. “Los inversores están aprovechando que la tendencia es su amiga para seguir en los mercados, porque estas preocupaciones no están provocando que descarrile la tendencia positiva”, interpreta el consultor.

González también encuentra llamativo el incremento de la dispersión entre carteras conservadoras, es decir, que a pesar de ser las carteras con unos niveles de riesgo y rentabilidad más controlados – y por tanto, con más limitaciones-, los gestores han podido barajar un abanico de posibilidades para generar resultados. Es un fenómeno que vienen observando en Natixis Global AM desde el Brexit: “A pesar de que, cuando hablamos con clientes, vemos que muchos tienen un posicionamiento muy top down, con preferencia por renta variable y crédito antes que deuda soberana, en el detalle está el secreto. Las estrategias conservadoras, que son las más difíciles de gestionar por el control de riesgo, son las que presentan más diferencias, y todavía es más importante el control”.