Si usted cree que Europa es la cuna de la Inversión Socialmente Responsable (ISR), se equivoca. En realidad, el primer fondo moderno de inversión sostenible nació en Estados Unidos. Lo hizo en 1971. Fue el PAX World Fund, que surgió en respuesta a la petición de los inversores de excluir de sus carteras a las compañías estadounidenses que tuviesen algún vínculo o relación con la guerra de Vietnam.
Este es uno de los muchos datos que se recogen en el libro Invertir con Impacto: 12 fondos Artículo 9, publicado por FundsPeople y editado por María Folqué, directora de Sostenibilidad, y Montserrat Formoso, responsable de Inversiones Alternativas. Al PAX World Fund le siguió un año después otro, también en Estados Unidos: el Dreyfus Third Century. Pero su objetivo era diferente.
En el caso de esta estrategia, se centraba en mejorar las normas laborales en Estados Unidos y también dejaba fuera de su radar compañías que operasen en industrias controvertidas (alcohol, tabaco, juego…). Estados Unidos, por lo tanto, fue pionero. Europa llegó mucho más tarde. Lo hizo concretamente en 1984 a través de Reino Unido, donde se lanzó el Friends Provident Stewardship Fund.