Antes de proceder a la modificación de la norma que regula la información que se debe entregar a la CVM (Instrucción nº409), el supervisor ha abierto un plazo de consulta pública. En síntesis se persigue que tanto los informes diarios como los mensuales sean más detallados y de más calidad que hasta ahora.
Según recoge el brasileño digital Época Negócios, entre los cambios principales que se prevén está el que la gestora informe sobre el grado de liquidez del fondo, el comportamiento del fondo en escenarios de estrés y su perfil de exposición al mismo. La CVM quiere saber cuánto puede perder un inversor en escenarios macroeconómicos adversos. En este sentido, se medirá, por ejemplo, la sensibilidad de la cotización a variables como los tipos de cambio y los tipos de interés. La mejora de las informaciones dará a la CVM una visión más aproximada a los posibles riesgos tanto de un fondo en concreto como del mercado en su conjunto.
“Queremos tener herramientas de detección de los problemas antes de que se materialicen”, ha declarado Francisco José Bastos Santos, responsable de las relaciones con los inversores institucionales de la CVM. Santos aclara que la mayor parte de la información que van a solicitar ya se la entregan muchas gestoras -aunque no sea obligatoria-, por eso no supondrá un gran impacto en términos de costes para las entidades.