La fiebre por las criptomonedas llega a la gestión de activos: TOBAM lanza el primer fondo que invierte en bitcoins

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zcopley, Flickr, Creative Commons

Mientras que el gráfico del bitcoin muestra una subida cada vez más acelerada – ayer un bitcoin se intercambiaba por más de 8.260 dólares-, los agentes de la industria han pasado del rechazo a la búsqueda de oportunidad. Así, la firma francesa TOBAM (participada por Amundi) acaba de sorprender con el lanzamiento de un producto pionero en Europa: el TOBAM Bitcoin Fund, que nace con el formato de fondo de inversión alternativa no regulado (AIFMD), y lanzado en Francia.

Según indica TOBAM vía nota de prensa, este producto “permitirá por primera vez a inversores institucionales y cualificados ganar exposición a la criptodivisa a través de un vehículo más seguro y práctico”, dado que el fondo ha incorporado a su diseño un enfoque de gestión del riesgo para mitigar las fases bajistas de este activo, conocido por su alta volatilidad. “La inversión directa en bitcoins puede ser un desafío en términos operacionales, desde decidir qué plataforma se va a utilizar a mantener las medidas de seguridad apropiadas en términos de custodia y para gestionar los cambios realizados en el protocolo (conocidos como hard forks)”, explica Christophe Roehri, responsable de desarrollo de negocios de la gestora.

Desde la firma aducen como motivos para lanzar este producto el crecimiento de este mercado en comparación con otras criptodivisas que han nacido a raíz del desarrollo de la tecnología blockchain, de forma que “el bitcoin ha ganado la mayor capitalización de mercado y tiene el track record más largo, además de ser el más líquido”. Asimismo, admiten que la inversión en bitcoins está expuesta “a riesgos significativos, incluyendo un nivel muy alto de volatilidad”, aunque argumentan que la exposición a este activo “proporciona el beneficio de la diversificación”, cuya búsqueda ha sido uno de los objetivos de la gestora desde que la fundase el matemático Yves Choueifaty.

Cabe recordar que TOBAM es conocida por desarrollar un análisis propietario denominado Anti-Benchmark. Se trata de un método cuantitativo que busca construir la cartera más diversificada posible evitando los sesgos del mercado, con el objetivo de que la cartera se acerque lo máximo posible a la frontera eficiente. Así, desde la gestora explican que han dedicado los últimos doce años a “desarrollar sistemas de seguridad y capacidades tecnológicas punta, con las que respaldar la estructura y funcionamiento del fondo”.

La firma ha creado además un equipo de análisis dedicado exclusivamente a criptodivisas que incluye a especialistas en computación, ingenieros, investigadores y expertos en gestión del riesgo, al tener la creencia de el surgimiento de estos activos ha sentado un nuevo estándar para la industria de activo: “TOBAM cree que el bitcoin y las criptodivisas en general tienen potencial para convertirse en estándares duraderos para los mercados financieros y del ahorro”, declaran.

Desconfianza de los reguladores…

Este lanzamiento resulta una sorpresa, dados los precedentes sentados al otro lado del charco en términos de desarrollo de productos con exposición al bitcoin. Para poder explicar bien esta historia, es necesario retroceder en el tiempo al mes de marzo, cuando los gemelos Winklevoss (emprendedores de internet que habían hecho fortuna a partir de inversiones en esta criptomoneda) trataron de lanzar en EE.UU. un ETF que replicase su comportamiento, y que fue rechazado por la SEC por sus dudas sobre el subyacente. No fue el único producto fallido: el regulador estadounidense ha mostrado reticencia en estos meses a otros productos guiados por esta misma idea, como un ETF sobre futuros del bitcoin desarrollado por Van Eck.

Esta desconfianza ha sido compartida por los reguladores europeos. Sin ir más lejos, CNMV publicaba el pasado 14 de octubre una nota informativa en la que se hacía eco de dos comunicados publicados a su vez por la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), con advertencias sobre los riesgos que conlleva la inversión en criptomonedas u ofertas iniciales de monedas (ICOs por sus siglas en inglés): “Ante la proliferación en algunos países de este tipo de operaciones, ESMA estima que los inversores no son conocedores del elevado riesgo que estarían asumiendo de participar en ellas (…) ESMA advierte a los inversores del elevado riesgo de perder el capital invertido en este tipo de ofertas, al tratarse generalmente de inversiones muy especulativas y de elevado riesgo sobre las que se proporciona una información en muchos casos inadecuada”. De hecho, las advertencias no pueden ser más claras por parte de los reguladores europeos: “Ciertas ICOs podrían también entrañar riesgo de fraude y de blanqueo de capitales”.

… y competición creciente en la industria

Mientras tanto, el Chicago Mercantile Exchange (CME) y el Chicago Board Options Exchange (CBOE), los dos grandes desarrolladores de derivados en EE.UU., han entrado en competición para ver cuál de ellos es capaz de lanzar el primer contrato de futuros sobre el bitcoin en EE.UU. antes de fin de año, según informa Bolsamanía. Dicho esto, ambos productos financieros estarían todavía sujetos a la aprobación de varios trámites regulatorios por parte de la Comisión del Mercado de Futuros de EE.UU.

Existe una última novedad al respecto que muestra cómo la industria financiera cada vez está más interesada por un activo que ha sido extraordinariamente criticado en el pasado por su falta de transparencia. La última vuelta de tuerca era publicada por el diario Wall Street Journal el pasado 21 de noviembre, al hacerse eco a través de fuentes familiares con el asunto de que hasta J.P.Morgan se estaría planteando entrar en la competición, incluso ante la reticencia de Jamie Dimon, consejero delegado de la entidad: “J.P.Morgan está considerando si proporcionar acceso a sus clientes al nuevo producto sobre el bitcoin de CME a través de su unidad de brokerage de futuros”.