La forma de la curva

La deuda venezolana denominada en dólares ha vuelto en estos últimos días a alcanzar niveles de retorno que no veíamos desde principios del 2012. Cuando estábamos en los albores de la elección presidencial de aquel año, la oposición no había elegido a un candidato, y los niveles de incertidumbre eran altos.

En este momento, tanto la curva de rendimiento de la República como la de PDVSA tienen la forma de una “curva invertida”, es decir los papeles de más corto plazo presentan rendimientos muy superiores a los de largo plazo, con excepción del Global Venezuela 2014 que rinde de 15%, pero a partir de los vencimientos del 2015 vemos que estos van cayendo de 20,5% en el 2016 a 13,4% en el 2038. Comportamiento similar siguen los títulos de PDVSA, con un retorno de 20,4% para el título que se vence en noviembre de 2014 y de 12,2% para el que vence en el 2037.

Curvas de rendimientos como las recién descritas corresponden a eventos de gran desequilibrio macroeconómico que los mercados esperan que se corrijan a mediano y largo plazo, de allí que la prima de riesgo cobrada por la tenencia de lostítulos baja en la medida que se incrementa el tiempo de vencimiento de los títulos.

En un escenario como el actual, donde existen muchas dudas sobre el desempeño de los mercados emergentes en general, y sobre la evolución del programa de ajuste económico que aplica el gobierno venezolano en particular, hay que ser especialmente cuidadoso al transar títulos venezolanos.