La fórmula que defiende Luis Martín (BMO) para invertir en emergentes… pero de verdad

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Khalid Albaih, Flickr, Creative Commons

El BMO Emerging Markets Growth & Income es la fórmula que defiende Luis Martín para invertir en emergentes. El responsable de ventas de BMO Global Asset Management para Iberia tiene muy claro lo que hace diferente a este fondo con la calificación Consistentes Funds People: el dar acceso al crecimiento que está experimentando el consumo en estos países… pero de verdad. “Muchos de los productos que invierten en los mercados emergentes compran crecimiento pasado, compañías que ya están en los índices y cuyo negocio, en realidad, no está relacionado con el crecimiento exponencial que está registrando el consumo en muchos de estos países”, explicaba Alan Nolan, especialista de producto del equipo de emergentes de BMO Global AM, en un reciente almuerzo celebrado por la entidad en Madrid.

La estrategia que presenta es un fondo global de mercados emergentes con una filosofía muy particular. El fondo tiene un active share del 95% y su objetivo es invertir en compañías con poca deuda, que tengan un crecimiento de flujo de caja muy superior a la media y que estén en países en los albores de las tendencias de crecimiento en consumo básico. Actualmente, están muy positivos en países como India, Indonesia o Filipinas y prácticamente no tiene exposición a otras regiones como Brasil, Rusia o Corea, todos ellos mercados mucho más ligados al ciclo económico mundial que a las tendencias demográficas y de consumo propias de los emergentes. Los resultados, por ahora, le avalan, con una volatilidad cuatro puntos inferior a la del índice y unos resultados que lo sitúan como primer decil a tres y cinco años, además de en 2017, año en el que bate en cinco puntos al benchmark.

Para ilustrar en lo que consiste exactamente la estrategia que sigue el BMO Emerging Markets Growth & Income, Nolan pone un ejemplo muy elocuente lanzando una pregunta. “¿Cuántas personas se cepillan a diario los dientes? En India solo lo hacen uno de cada siete ciudadanos. Estamos hablando de un país que en 2022 adelantará a China como el más poblado del mundo, alcanzando los 1.400 millones de habitantes, y donde una compañía tiene el 65% de la cuota de mercado en venta de dentífricos. Esto no es algo que vaya a cambiar de la noche a la mañana. Piénselo detenidamente. ¿Cuántas personas cambian la marca de su pasta de dientes? Es algo muy personal, lo que hace que el potencial de crecimiento del negocio de esta empresa en el mercado indio sea enorme. Ese es el tipo de empresas que buscamos”, afirma el especialista de producto de la entidad.

Lo que trata de hacer Rishikesh Patel, gestor del fondo, es identificar esas empresas concretas que se benefician directamente de la mayor demanda de productos y servicios en el mundo emergente. Eso significa huir de compañías cíclicas que dependen de factores exógenos e invertir en empresas más vinculadas al consumo básico. En la práctica, esto supone ponerle la equis a sectores y países que históricamente han tenido un importante peso en los índices emergentes, como el energético, un sector al que actualmente no mantiene exposición alguna, o a Rusia y Brasil, donde en estos momentos el peso en cartera también es del 0%. “Lo que buscamos en los emergentes son dos cosas: diversificación y crecimiento, centrándonos en sectores como el financiero (los bancos indonesios, con un negocio de captar depósitos y conceder hipotecas muy básico) o el de consumo de países como India, Indonesia, México, Filipinas o China, sus principales apuestas.

De todas ellas, India es sin lugar a dudas la que cuenta con una presencia más elevada en la cartera (30%). Es el mercado más excitante para el equipo. “Hace diez años, el país tenía un PIB per cápita de 1.000 dólares. Ahora es de 2.500 dólares y el consumo está creciendo a un ritmo exponencial. En 2016, la bolsa india sufrió por las medidas adoptadas por el gobierno de Modi, cuando suprimió de golpe los billetes de 500 y 1.000 rupias con el objetivo de luchar contra el fraude. Al mercado no le gustó la iniciativa porque India es una economía de efectivo, pero en realidad ha sido acertada, lo que nos animó a incrementar nuestra exposición. Por primera vez, India tiene un gobierno que lucha realmente contra la corrupción y eso, para la inversión, es muy positivo, como al final se está reconociendo, tal y como evidencia la subida del 20% que registra su mercado este año”, indica Nolan. A este respecto, el especialista subraya tres aspectos que considera importantes.

El primero, que los inversores deben abstraerse del ruido. “La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca fue inicialmente negativo para México, pero este año el mercado azteca sube un 18%”, recuerda. El segundo, que a menudo en estos mercados se puede observar una importante divergencia. “India y México suben este año con fuerza, mientras que Rusia cae un 10%, lo que deja clara la importancia de la diversificación”, señala. Y, en tercer lugar, que los cambios en estos países no se producen de la noche a la mañana. “Llevan su tiempo y no siempre son fáciles”, afirma. Su fondo apuesta por una cartera integrada por entre 45 y 50 compañías cuyos directivos deben pensar en los accionistas. “Si no pagan dividendo, ni siquiera analizamos la compañía”. ¿Qué pueden esperar los inversores del producto? “Capturar el 85% de las subidas del mercado, por el 70% de las caídas. Es lo que históricamente ha ofrecido el fondo. Si espera ver un rally del índice, claramente este no es su producto”, revela Martín.