El cogestor de Lazard European Alternative Fund, Nitin Arora, analiza la estrategia del fondo long/short y expone su importancia durante las fases positivas del mercado.
Los inversores podrían cuestionarse la oportunidad real de mantener una estrategia alternativa long/short. "Creemos que es la finalidad de una asignación de activos bien diversificada que debe mantenerse especialmente durante las fases positivas del mercado para tenerla durante las caídas por sus características de correlación y contención de la volatilidad". Este es el punto de partida del análisis de Nitin Arora, cogestor del Lazard European Alternative Fund, fondo con Rating FundsPeople 2024. El fondo, con un enfoque ascendente, tanto en largo como en corto, se divide en 36 posiciones largas y 16 cortas (a 31 de mayo de 2024).
Lazard, con 21 años de experiencia a sus espaldas, expone el potencial de la estrategia perfeccionada durante casi 10 años, en un reciente encuentro en Milán.
Filosofía de inversión
"Podría decirse que nuestro equipo de 16 profesionales adopta un enfoque holístico de la inversión. Nuestro objetivo es crear una convicción sobre los beneficios futuros de una empresa mediante un análisis fundamental en profundidad", afirma el gestor. "Para ello, nos centramos en responder a ciertas preguntas: ¿cómo y por qué gana dinero la empresa?, o nos preguntamos cuáles son las barreras de entrada y cómo se está desarrollando el entorno competitivo, hasta qué punto es sólida la gestión y cuáles son los motores de crecimiento y los ciclos económicos de la empresa", comenta.
¿Cómo gestionar el riesgo?
El equipo de este fondo se centra también y sobre todo en la gestión del riesgo, que pasa por el seguimiento de la evolución relativa de las posiciones en relación con el índice para evitar posiciones obsoletas.
Por otro lado, a nivel de cartera, se centran en "el uso de futuros para mantener un neto relativamente estable en torno al 20%, con una reducción de la exposición bruta en caso de picos de volatilidad, con una gestión de la exposición neta ajustada a la beta frente a la exposición neta", señala Arora.
Además, a nivel de riesgo corporativo, "tenemos un equipo dedicado al riesgo de inversiones alternativas que supervisa las actividades diarias de negociación, recopilando informes diarios en los que se detallan métricas de riesgo como la exposición a sectores o países, el apalancamiento y la liquidez", admite.
En cuanto a la construcción de la cartera, "intentamos dividir los valores en valor y crecimiento, defensivos o cíclicos y el peso de estos últimos se aumenta o reduce en función de las condiciones del mercado. Además, intentamos protegernos contra las caídas del mercado y a veces también utilizamos cestas temáticas, no lo hemos hecho por ejemplo en los últimos 6 meses pero puede ocurrir", explica.
Dos estudios de caso, uno largo y otro corto
El primero es ADIDAS (LARGO). "Se trata de una buena empresa con un historial de mala gestión. En el pasado, la dirección cambió márgenes por crecimiento, debido a un exceso de oferta posterior a COVID, lo que provocó un entorno promocional y tipos de cambio desfavorables. En noviembre de 2022 llega el nuevo CEO, Bjorn Goulden, y ese mismo día abrimos una posición en el valor. Bjorn se centra en el crecimiento y en reconstruir las relaciones con los distribuidores, invirtiendo en productos y en la construcción de la marca. Ahora que la cotización se ha duplicado desde la llegada de Bjorn, ¿cómo ganamos dinero? La marca está recuperando el impulso y, a medida que los ingresos se aceleren debido al aumento de las ventas a precio completo, los márgenes también lo harán", afirma.
El segundo caso es una posición corta en una empresa de materiales. "Esta empresa ha adquirido un negocio de primera calidad. Sin embargo, tras el anuncio de la adquisición, el Consejero Delegado se marcha y el negocio básico empieza a desplomarse debido a la ralentización de la demanda y a la pérdida de la posición de liderazgo en costes en favor de los operadores chinos", concluye.