El objetivo es claro: caminar hacia un modelo económico de bajas emisiones de carbono. El estudio 'Las inversiones y el cambio climático' presentado por Spainsif y Sust4in en el que aporta información y da recomendaciones en este sentido arroja una conclusión contundente. La industria financiera y los actores vinculados a la ISR y la acción climática muestran un optimismo arrollador con el nuevo marco jurídico europeo, especialmente la nueva taxonomía de finanzas sostenibles. Un 86% de los encuestados para la elaboración del informe creen que ésta aumentará la oferta y demanda de financiación climática en los próximos diez años. (Ver gráfico)
El estudio, que ha contado con la colaboración de más de 45 inversores institucionales, proveedores de servicios de inversión socialmente responsable (ISR) que actúan en el mercado español y entidades reguladoras, entre otros actores vinculados a la ISR y la acción climática, muestra que la inversión climática en las carteras de inversión tiene solo una dirección y ésta es ascendente.
Aunque en la actualidad este tipo de inversión es baja, casi la mitad de los encuestados afirman que este asunto ocupa menos del 40% del portfolio, ese porcentaje disminuye rápidamente si se observa la proyección a tres y diez años. A esto hay que sumar la tendencia al alza de los que apuntan a que las inversiones climáticas corresponderán a más de un 60% de la cartera de inversión. (Ver gráfico).
La crisis ocasionada por la COVID-19, en este sentido, viene a reforzar este optimismo en la evolución de la inversión climática. Exactamente dos tercios (66%) de los encuestados creen que habrá un aumento, sea por el crecimiento generalizado de la financiación sostenible (41%) o gracias a planes verdes de estímulo económico (25%).
Desconocimiento generalizado de la inversión climática
El estudio saca a la luz el desconocimiento generalizado que existe respecto a la inversión climática. La tercera parte de los encuestado ha indicado de manera consistente que desconocen o prefieren no contestar a la pregunta sobre la evolución del papel de la inversión climática en las carteras de las entidades. De hecho, una de las barreras señaladas por los encuestados a la hora de adaptar la inversión hacia una más ‘verde’ es la inexperiencia y/o falta de conocimiento en el mercado (63% y 57%, respectivamente). Otros motivos que esgrimen son la inexistencia de estándares globales (50% y 46%) y la falta de información fiable (41% y 37%).
Bonos sostenibles y verdes los instrumentos financieros del futuro
Según los datos extraídos del informe, los bonos sostenibles y bonos verdes son percibidos como los instrumentos más importantes en los próximos tres años, respectivamente por 76% y 62% de los encuestados y un 71% y 64% respectivamente en los próximos diez años.
En vista a los resultados obtenidos, el estudio elabora una serie de recomendaciones para que sirvan de hoja de ruta en la que trabajar.
- Aprobar y estabilizar una mejor regulación (smart regulation).
- Estandarizar el reporting y métricas.
- Mejorar la transparencia.
- Aumentar la sensibilización y formación.
- Establecer los mecanismos necesarios para garantizar una transición justa reforzar la presencia de aspectos sociales y de gobernanza en las inversiones.
- Acelerar las inversiones en adaptación.