En los últimos días, el oro ha conseguido cotrarrestar tímidamente parte de la caída que acumula en el 2013, después de que los legisladores estadounidenses no lograran avanzar en sus negociaciones por el presupuesto y el límite de deuda. Esta situació
Como indicó Ben Bernake, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, al Comité Bancario del Senado en julio: "Nadie entiende realmente los precios del oro". Y sin embargo, casi todos tienen algo que ver con él. Lo bancos centrales, que poseen el 18% de todo el oro extraído, sumarán este año alrededor de 350 toneladas por un valor aproximado de 15.000 millones de dólares, según las estimaciones de World Gold Council. Rusia es el mayor comprador, ampliando sus reservas en un 20% desde que los precios marcaran récord en 1.921,15 dólares la onza, en septiembre de 2011. Desde entonces, el metal precioso ha caído un 31%, según indican los datos de Bloomberg.
En cambio, del lado de los inversionistas se observa una pérdida de confianza en el metal en el largo plazo. El valor de los ETP se redujo en 60.400 millones de dólares, es decir, un 43% este año, lo que llevó a que el gestor de hedge funds John Paulson, sufriera importantes pérdidas. Asimismo, el multimillonario inversor George Soros vendió sus participaciones en el mayor ETP respaldado en oro este año, mientras que las empresas de minería experimentaron una caída del valor de sus activos por al menos 26.000 millones de dólares.
La importancia de los factores fundamentales
Sin embargo, y a pesar de las señales contrarias que ofrece el mercado del oro, Juan Carlos Artigas, head of investment research para el World Gold Council, se muestra positivo con respecto al activo. Según indicó el experto en entrevista con Funds Americas, la caída del precio del oro no se debe al propio activo, sino a muchos otros factores puntuales que afectan al mercado del metal precioso.
"En los últimos meses, muchos factores ligados al corto plazo coincidieron y ejercieron una considerable presión en el precio del oro, sobre todo durante el segundo trimestre de 2013. Sin embargo, los factores del largo plazo subrayan una dinámica diferente", explica Artigas. A lo que añade: "A pesar de que la tendencia ha sido bastante consistente, el precio del oro ha sufrido varias caídas en los pasados 12 años. Por lo tanto, la revaluación del precio del oro este año se tiene que ver en un contexto mayor".
Partiendo de esta idea, el experto analiza la situación y señala los grandes cambios que han modificado hasta cierto punto, la propia dinámina del precio del oro. "Este mercado ha experimentado importantes cambios estructurales durante la década pasada, cimentando una dinámica positiva entre la oferta y la demanda. Como resultado, el precio del oro a partir de 2001 comenzó una tendencia alcista de manera bastante consistente. Estos cambios incluyen:"
- El desarrollo económico de países emergentes, especialmente en Asia y el Medio Oriente, "cuya afinidad y entendimiento del mercado del oro ha generado nueva demanda ligada con la expansión de su ingreso per cápita".
- La creación de vehículos financieros como los exchnage-traded funds (ETF), los cuales "han permitido un más fácil acceso a inversionistas particularmente en mercados occidentales, que quizá no habrían invertido en oro en períodos anteriores".
- Los bancos centrales, los cuales, "en promedio, han dejado de ser vendedores netos de oro y ahora, por casi tres años, han sido compradores netos, especialmente los de países emergentes, reduciendo una de las antiguas fuentes de oferta e incrementando la demanda".
- Por último, el incremento de los precios de extracción y un número reducido de nuevos hallazgos de depósitos de oro. Situación que "no ha permitido incrementar la producción minera por mucho en esta década, a pesar del alza en el precio del oro en los mercados".
Por todo ello, Artigas concluye que "aún cuando muchos factores de corto plazo pueden cambiar la dirección del precio, el comportamiento histórico indica que los factores fundamentales, como los descritos anteriormente, tienden a pesar más en el mediano y largo plazo".
Un mercado más sano de lo que parece
Desde el World Gold Council consideran que "la demanda física por oro sigue teniendo una tendencia saludable". Una conclusión que alcanzan por varias razones: "Esperamos un año fuerte respecto al consumo en China, juzgando las importaciones netas que ha tenido el país. Por su parte, los bancos centrales siguen siendo una fuente consistente de demanda. En los primeros siete meses del año, estas entidades compraron más de 215 toneladas de oro y esperamos este año lleguen a acumular entre 300 y 350 toneladas".
Asimismo, señala que aunque los ETF respaldados por oro han sufrido pérdiadas en los mercados occidentales, "muchos inversionistas alrededor del mundo han aprovechado la caída en precios para comprar". Algo que han visto especialmente en la alta demanda de monedas y lingotes, especialmente en Asia.
Por último, señala que "considerando los altos costos de extracción, la producción minera, así como el reciclaje de oro, podría sufrir bajas si los precios se mantienen en el nivel actual".